El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer que su staff técnico aprobó la octava revisión del acuerdo con Argentina sobre las metas pactadas para el primer trimestre, según informaron en un comunicado. Allí insistieron en mejorar “la calidad y la equidad del ajuste” al tiempo que hablaron de un desarme gradual del cepo cambiario como paso previo al esquema de competencia de monedas.
El Directorio del organismo se reunirá en las próximas semanas y, todo indica, dará luz verde al desembolso de casi USD 800 millones que dependen de esta evaluación.
Un equipo del organismo, encabezado por Luis Cubeddu Subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental y Ashvin Ahuja, Jefe de la Misión para Argentina, destacó: “Sobre la base de unos resultados mejores de lo esperado—todos los criterios de desempeño del primer trimestre se sobre cumplieron—el personal técnico del FMI y las autoridades argentinas llegaron a un entendimiento sobre las políticas para seguir afianzando el proceso de desinflación, reconstituir las reservas internacionales, apoyar la recuperación y mantener el programa firmemente encauzado”.
Argentina recibierá casi USD 800 millones del FMI en las próximas semanas.
Los funcionarios del Fondo destacaron que el Gobierno de Javier Milei consiguió el primer superávit fiscal en 16 años, rápida caída de la inflación, el cambio de tendencia de las reservas y una fuerte reducción del riesgo país. También insistieron en que el programa seguirá enfocado en mejorar la calidad del ajuste.
“El objetivo de alcanzar el equilibrio fiscal global sin financiación neta del banco central permanece inalterado. El programa seguirá enfocado en mejorar la calidad y la equidad de la consolidación fiscal, incluyendo a través de reformas que mejoren la eficiencia y progresividad del sistema tributario, reduzcan los subsidios y refuercen tanto los controles del gasto como la rendición de cuentas. Al mismo tiempo se seguirá reforzando la asistencia social según sea necesario”, remarcaron.
Por otro lado, el Fondo dio detalles de lo que puede ser un desarme gradual del cepo cambiario como paso previo al esquema de competencia de monedas que promete Milei: “La prioridad sigue siendo afianzar el proceso de desinflación y fortalecimiento de las reservas internacionales y el balance del Banco Central. En la transición hacia un nuevo régimen monetario (que involucra la competencia de monedas), la política monetaria evolucionará para seguir anclando las expectativas de inflación y la política cambiaria se hará más flexible, al tiempo que se seguirán reduciendo las restricciones y controles cambiarios a medida que las condiciones lo permitan”.
El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, había anticipado a mediados de abril que los objetivos clave del programa para marzo se habían cumplido “con márgenes importantes”. Las metas contemplaban sumar reservas por USD 6.000 millones, un superávit fiscal de $962.000 millones y mantener en cero la asistencia monetaria al Tesoro.