A un mes del asesinato de Romina Karban, las pericias telefónicas que llegarán en los próximos días podrían ser decisivas para esclarecer el caso. Renzo Karban, su hermano, sigue detenido como principal sospechoso.
El 8 de mayo, la provincia de Chaco fue sacudida por la desaparición y posterior asesinato de Romina Karban, una joven de 30 años. A un mes de su trágico fallecimiento, la investigación sigue avanzando con la espera de los resultados de las pericias telefónicas, que podrían ser determinantes en la causa.
Romina desapareció tras salir del departamento de su pareja, Ariel Ojeda, en Sáenz Peña, con destino al campo de su familia en Pampa Florida. Se dirigía allí tras recibir un mensaje de una persona cercana. Al no regresar ni responder a las llamadas, Ojeda, junto con el hermano de Romina, Renzo Karban, reportaron su desaparición en la Comisaría Cuarta de Sáenz Peña.
El día siguiente, el cuerpo de Romina fue encontrado con cinco disparos, dos de ellos en la cabeza, en un campo cercano al de su familia. La disposición del cuerpo y la evidencia en el lugar, incluyendo la moto y la mochila de la víctima, descartaron el robo como móvil del crimen. Sin embargo, el casco de moto que llevaba aquel día sigue desaparecido.
La fiscal Liliana Lupi, al frente de la investigación, centró las pesquisas en el círculo íntimo de la joven. Desde el inicio, las sospechas recayeron sobre Renzo Karban, quien ha sido imputado por «homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por alevosía y por codicia». Se maneja la hipótesis de una disputa por la herencia familiar como motivo del crimen.
Renzo se ha declarado inocente, pero los investigadores también consideraron la posible participación de una tercera persona. Inicialmente, un hombre conocido como «Tunin» fue detenido bajo sospecha de haber proporcionado el arma homicida, pero fue liberado tras declarar. La investigación ahora se enfoca en un arma 9 mm que pertenecía al padre de los Karban y que está desaparecida desde el inicio del caso.
Diversos rastrillajes se han llevado a cabo en el campo de los Karban para encontrar el arma y el casco de Romina, sin éxito hasta el momento. Los esfuerzos incluyeron buzos tácticos y máquinas utilizadas en pozos de agua, pero no han arrojado resultados concluyentes.
La llegada de los resultados de las pericias telefónicas, esperada entre mañana y la próxima semana, podría ser crucial para el avance de la investigación. Estos resultados ayudarán a determinar las últimas comunicaciones de Romina y esclarecer quién la llamó al campo de su familia el día de su desaparición.
Ariel Ojeda, pareja de Romina, rompió el silencio a fines de mayo durante una marcha frente a la fiscalía de Sáenz Peña.
La comunidad de Chaco sigue pendiente del desarrollo de este caso, esperando que la justicia aclare los hechos y se haga justicia por la muerte de Romina Karban.