El dólar libre mantiene la tendencia al alza en el tramo final de junio y todo indica que por segundo mes consecutivo va a consolidar una suba superior a la inflación. La divisa, que llegó a estar ofrecida este miércoles a un precio récord de $1.380, acumula en junio una ganancia de 155 pesos o un 12,7%, tras haber aumentado más de 17% durante mayo.
No obstante, el dólar libre no fue una alternativa de ahorro conveniente en lo que va de 2024: hasta ahora sube 355 pesos o un 34,5%,contra una inflación que en el primer semestre del año estaría rondando el 80 por ciento. En este sentido, los economistas fundamentan sus análisis y proyecciones acerca de la reciente suba y la tendencia que le espera para el resto del año.
1) Expectativas de devaluación
Amílcar Collante, economista de CeSur (Centro de Estudios Económicos del Sur) consideró que “Argentina tiene su propio proceso. Después de la devaluación (de diciembre), el crawling y los dólares financieros habían quedado un poco atrasados. Creo que lo que gatilló la suba de los dólares financieros fue la tasa de interés, pero ahora creo que empezó a mostrar el límite del esquema más que nada en lo cambiario. Tuvimos una acumulación grande de reservas, pero eso se está revirtiendo y de cara a los próximos meses y el segundo semestre del año el Banco Central no va a poder continuar con esa compra fuerte de reservas. En realidad lo que puede compensar eso, para cumplir las metas también con el FMI, debería ser algún ingreso de dólares financieros, ya sea por préstamos o porque sea muy exitoso el blanqueo, el propio RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones), que traigan dólares de afuera y permitan que las reservas no caigan. Eso le imprime un poco más de expectativas de devaluación”.
Gustavo Ber, economista del Estudio Ber, afirmó que “los operadores esperan evaluar posibles iniciativas que pudieran contribuir a mejorar la acumulación de reservas en vista al panorama de menor oferta de divisas del segundo semestre. A la espera de perspectivas más claras sobre la ‘hoja de ruta’ camino a una salida del cepo a futuro, los operadores continúan más inclinados hacia la dolarización, tal como refleja el reacomodamiento de los dólares financieros y libre, los cuales se vienen consolidando por encima de los $1.300, con una ‘brecha’ ya cercana al 50% que no debería expandirse mucho más a fin de evitar que se generen eventuales distorsiones y un deterioro en las expectativas”.
2) Incertidumbre política
Aldo Abram, director Ejecutivo de Libertad y Progreso, señaló que “tiene una combinación de factores. El riesgo país comienza a subir desde el momento en que se vio muy complicado lo que es el tratamiento de las leyes en el Congreso, o sea, poca vocación de cambio de rumbo en el Congreso, con lo cual si no va a cambiar el rumbo, no hay ningún motivo para que la percepción de riesgo alto de la Argentina cambie. O sea, los rumbos económicos y políticos se fijan y cambian por leyes, y quienes pueden cambiarlas son los que están en el Congreso. Y lamentablemente no extraña -con lo que han hecho hasta ahora- que haya sido creciente la percepción de riesgo. Eso afecta por dos motivos: alienta la salida de ahorro de la Argentina, la fuga de capitales, y la otra, te baja la demanda de pesos. Ambas cosas, pues además de bajar la demanda de pesos baja el poder adquisitivo del peso y se refleja inmediatamente en los dólares. Y lo otro, la fuga de capitales, se hace a través de los dólares, así que también colabora a que suban los dólares”.
En este aspecto, Amílcar Collante subrayó que “aún no salió la Ley Bases, pero hasta que se instrumente eso, entre el blanqueo y empiecen a entrar algunos dólares que al menos vayan a depósitos, y se tenga un nivel de reservas un poco más importante, puede haber una dinámica con un Banco Central perdiendo reservas -pues lo que no se logró acumular en el primer semestre, ya no se puede acumular-, que trae un poco de incertidumbre. También hay que poner el ruido político con el FMI, cuya negociación se tensó bastante en cuanto al esquema que quiere Milei respecto de lo que quiere el FMI más que nada en el esquema cambiario. Si el FMI aporta dólares -marcó bien la cancha en este último reporte- a qué tipo de competencia de monedas se quiere ir y eso choca con la dolarización endógena que planteó Milei, así que eso también trajo un poco de incertidumbre acerca de cómo se va a resolver ese tema, porque indudablemente para salir del cepo se necesita esa negociación encaminada y hubo algún freno en ese aspecto”.
3) Baja de tasas y más pesos
Aldo Abram expresó que “combinado con lo que a mi juicio fue la inoportuna baja de la tasa de interés, que hizo nada redituable quedarse en riesgo argentino, colaboró también a la suba de los dólares paralelos por dos vías, porque si no es redituable quedarse en ahorros en pesos se fugan capitales a través de los dólares -otra cosa que presiona a la suba del dólar-, y segundo, lo que ha estado pasando, es que como no es redituable tener Pases (pasivos del BCRA) los bancos han bajado su demanda y estamos teniendo un aumento de la Base Monetaria muy fuerte. O sea, a la baja de la demanda ahora hay que sumar que la Base Monetaria ha estado aumentando y todo eso hace que la pérdida de poder adquisitivo de nuestra moneda sea muy fuerte y eso se está reflejando en los valores del dólar. Para que esto se revierta lo que se necesita es que baje el nivel de incertidumbre. Con que aprueben algo decente en el Congreso, pero también va a hacer falta sacar todos los pesos que están sobrando en el mercado”.
“Esa última baja de tasas de interés, al combinarse con un aumento del riesgo país por lo que está haciendo el Congreso, volvió inconsistente el programa, que apuntaba a que los dólares paralelos o la brecha fuera más chica, cuestión de buscar una unificación cambiaria con un salto pequeño del tipo de cambio oficial. Lamentablemente, como cualquier unificación cambiaria va a ser con una salida que va a estar más cerca de los dólares paralelos, la realidad es que la suba de la brecha hace que ya no pueda ser esperable una unificación cambiaria sin un fuerte salto del oficial, a menos que hagan bajar los paralelos, que debería ser el objetivo”, argumentó el director de Libertad y Progreso.
4) Factores externos
Para el analista financiero Ruben Ullúa, “lo que está ocurriendo es que el dólar está subiendo en toda la región. Hoy el real te está marcando un dólar de 5,50 y creo que el mercado está apreciando que eso claramente te puede marcar un efecto de retraso del tipo de cambio oficial. Entonces el mercado toma cobertura de esa situación. De todas maneras yo no le veo gran recorrido al movimiento, pero sí es cierto que el mercado está viendo que el contexto global no se termina de acomodar y que Argentina necesita un poco de eso. El escenario de Brasil tan golpeado, con un dólar que está subiendo casi a su máximo de los últimos años al fin y al cabo genera una presión sobre el tipo de cambio local y creo que el mercado de alguna manera trata de advertir ese riesgo de que no estemos entrando en un retraso cambiario mucho más marcado y que de alguna manera se pueda generar un efecto de presión del oficial. Lo que hace es buscar cobertura de esa situación. Desde el lado del análisis técnico considero que no debería tener tanto recorrido el movimiento y no deberíamos estar muy lejos de un punto de inflexión”.
Amílcar Collante consideró también que entre los motivos coyunturales de la reciente suba de los dólares alternativos se conjuga “el contexto internacional, porque tenés algunas monedas como el real que se está depreciando fuerte, también el peso mexicano. Hay una depreciación de las monedas latinoamericanas”.
5) Demanda de corto plazo
Hay una una serie de motivos que en las últimas semanas explicaron esta escalada de precios de los dólares que se negocian por fuera de los controles oficiales, como un “plus” en la demanda luego del pago del medio aguinaldo para empleados registrados, demanda de divisas para cubrir pagos con tarjeta en el exterior, ante la cercanía de las vacaciones de invierno, así como expectativas de inflación que suben ligeramente.
Al respecto, la última encuesta de expectativas de inflación de junio realizada por la UTDT (Universidad Torcuato Di Tella) mostró un leve incremento de dos puntos frente a mayo, el primer aumento en dicho relevamiento en cinco meses. En concreto, la inflación esperada para los próximos doce meses se ubica en +87% promedio, versus el +85,1% previo.