Tanto el Gobierno como los analistas prevén una desaceleración inflacionaria significativa
Este jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer el dato de la inflación correspondiente al mes de mayo. Según coinciden tanto el Ejecutivo nacional como los analistas privados, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicará por debajo del 5%, marcando una desaceleración significativa en el alza de precios.
Luis Caputo, ministro de Economía de la Nación, adelantó durante su intervención en el foro de Libertad y Progreso que «la inflación de mayo bajó previamente a la mitad con respecto a abril. Empieza con cuatro el número». Esta afirmación refuerza la expectativa de un índice inflacionario más bajo de lo habitual y genera optimismo en los mercados.
El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el Banco Central proyectó que el IPC de mayo se situaría en 5,2%. Sin embargo, la mayoría de los analistas consideran que el dato final podría ser incluso menor, consolidando así una tendencia a la baja que no se veía en casi dos años y medio. El último registro inflacionario inferior al 5% se dio en febrero de 2022, cuando el índice fue del 4,7%. Desde entonces, la inflación ha mostrado una tendencia ascendente, sin lograr retroceder nuevamente a valores por debajo del 5%.
Diversos factores han contribuido a esta desaceleración inflacionaria. Por un lado, las políticas monetarias y fiscales implementadas por el Gobierno, como los ajustes en las tasas de interés y las restricciones en la emisión monetaria, han tenido un efecto positivo en el control de la inflación. Además, la implementación de programas de precios cuidados y el congelamiento de tarifas en servicios básicos han ayudado a moderar el aumento de precios en algunos sectores clave.
Un desempeño positivo en el sector agropecuario también ha jugado un rol importante, estabilizando los precios de alimentos, que constituyen una parte significativa del IPC. Por último, la estabilización de las expectativas inflacionarias ha contribuido a una menor presión sobre el dólar y a una mayor estabilidad en los mercados financieros.
De confirmarse una inflación por debajo del 5%, se trataría de un logro significativo para el Gobierno en su lucha contra la inflación. Un menor índice inflacionario podría traducirse en una mayor estabilidad económica, incrementando la confianza tanto de consumidores como de inversores. No obstante, el desafío a largo plazo sigue siendo mantener esta tendencia a la baja en un contexto económico global incierto y con presiones internas que aún persisten.
El dato que publicará el INDEC este jueves será un indicador clave para evaluar la efectividad de las políticas económicas actuales y las perspectivas futuras de la economía argentina. La confirmación de una inflación moderada representaría un respiro para los bolsillos de los argentinos y un impulso para las proyecciones económicas del país.
