Mario Barrientos, único imputado por el femicidio de Johana González, se ve envuelto en una nueva controversia tras la filtración de un perturbador audio en el que aparentemente intenta deslindarse de las acusaciones en su contra.
En la grabación, Barrientos se comunica con un vecino en un tono desafiante y trata de justificar su inocencia ante las sospechas que recaen sobre él. Hace referencia al primer allanamiento en su vivienda, donde la policía y los perros entrenados no encontraron rastros de Johana. Sin embargo, este argumento pierde fuerza cuando se descubre que Barrientos pudo haber limpiado los indicios de su crimen utilizando productos como hipoclorito de sodio.
El escalofriante giro en la historia se da cuando, en un segundo allanamiento, la técnica del Luminol revela manchas de sangre y restos humanos en las cañerías y el desagüe de la casa de Barrientos, confirmando así las peores sospechas de los investigadores.
Antes de su detención y del hallazgo del cuerpo de Johana, Barrientos negaba vehementemente su participación en el crimen, llegando incluso a expresar su supuesta inocencia ante la madre de la víctima. En el audio filtrado, reitera su negación de los hechos y lamenta el impacto que la situación está teniendo en su familia, describiéndose a sí mismo como un modelo de comportamiento hasta entonces desconocido.
Estas revelaciones han sacudido nuevamente a la comunidad y avivan el interés en un caso que ha conmocionado a la opinión pública. Mientras tanto, las autoridades continúan trabajando para esclarecer los detalles de este horrendo crimen y llevar a los responsables ante la justicia.