La fiscal Nelia Velázquez enfrenta obstáculos en la investigación del femicidio de Johana González, mientras se cuestiona la ética de los abogados involucrados por posibles intereses contrapuestos.
La fiscal Nelia Velázquez ha intensificado sus esfuerzos para esclarecer el femicidio de Johana González, una mujer de 30 años encontrada sin vida el pasado sábado en una laguna de Villa Seitor. A pesar de las diversas medidas implementadas por la fiscal para avanzar en la causa, la investigación judicial ha comenzado a inquietar a los tribunales debido a posibles conflictos de intereses entre los abogados defensores.
El día de ayer, el abogado Moreno acompañó al principal sospechoso a la Fiscalía, donde el imputado optó por abstenerse de declarar. Durante esta comparecencia, la fiscal Velázquez presentó las pruebas en su contra y oficializó la imputación. Sin embargo, la situación se ha complicado debido a las relaciones entre los abogados implicados.
Moreno y Vianello, quienes han trabajado como socios en varios casos anteriores y comparten un vínculo extralaboral debido a su afición común por el rugby en el club Regatas, ahora se encuentran en lados opuestos en esta delicada causa. Esta circunstancia ha generado un notable malestar en el ámbito judicial, considerándose intolerable la posibilidad de que intereses contrapuestos puedan influir en la defensa legal.
Ambos abogados tienen un historial de colaboración en casos notables, incluida la defensa conjunta de un trabajador que mató a un delincuente. Aunque la fiscalía aún no ha presentado un recurso formal, la posible acción por «intereses contrapuestos» evoca antecedentes como el del caso Cecilia Strzyzowski. En esa ocasión, el Equipo Fiscal Especial, también encabezado por Velázquez, declaró conflictos de intereses en la defensa múltiple que un abogado pretendía ejercer.
La normativa vigente, específicamente el artículo 271 del Código Penal, castiga con multa e inhabilitación a aquellos abogados que representen partes contrarias en el mismo juicio, perjudicando deliberadamente la causa de su cliente. Este precepto podría aplicarse en el caso actual si se confirma que Moreno y Vianello han incurrido en esta práctica.
Mientras tanto, la investigación del trágico femicidio continuará con la llegada a Resistencia de un equipo de antropólogos forenses de Córdoba, quienes colaborarán en la autopsia y el reconocimiento del cuerpo de Johana González. La búsqueda de justicia para la víctima se enfrenta a obstáculos significativos, pero la fiscal Velázquez permanece firme en su compromiso de esclarecer el caso y garantizar que los responsables enfrenten las consecuencias legales adecuadas.
