Desde el sábado 13 los escultores internacionales están trabajando en sus obras sobre metal y ya han pasado cuatro días y corre el quinto desde que comenzó el Concurso Internacional de Escultura, los mismos, tendrán tiempo hasta el mediodía del sábado 20. Luis Bernardi es el que este año representa a nuestro país. Nació el 23 de septiembre de 1965 en la ciudad de Monte Caseros, Corrientes. Actualmente reside en la ciudad de Unquillo, provincia de Córdoba.
¿Cómo es la experiencia de esculpir a cielo abierto y en público?
Esculpir frente a gente y al lado de otros artistas, estar en contacto, me parece extremadamente rico. Uno es permeable a compartir. Tener en cuenta lo otro, uno va absorbiendo cosas inconscientemente y aprende mucho. Si bien no he participado en otro Simposio de la dimensión de Bienal del Chaco, he participado en la Argentina, en distintos lugares, y en el exterior también, en Brasil y en Chile.
¿A qué haces referencia con Simpleza el nombre de la obra que estás haciendo?
Siento que elegí el nombre Simpleza porque yo soy simple o por lo menos pretendo serlo. Quisiera que mi obra también tenga esas impresiones y esa naturaleza. Esa línea llevada al espacio, a ese garabato que uno hace y que por ahí parece que uno raya y pierde el tiempo, recuperar esa cosa y que tenga una intención. Más ahora que parece que las cosas tienden a ser más complicadas, más costosas. No sólo en lo monetario, sino en lo material, en encontrar algo que uno lo identifica. Volver a una simpleza, pero no por quitarle valor, pero si por quitar peso a las cosas, me acomoda bastante. El valor de la simpleza.
¿Siempre trabajas en metal?
Trabajo en madera y en metal. Pero también en otros materiales, como el cartón. Acabo de hacer una muestra en cartón en un museo de Córdoba. El cartón siempre está dando y tiene una cosa… como de lo cotidiano y está a mano. También en la vía pública. Y tiene contenido de cosas como letras y palabras.
¿En que fase del proceso vas?
No se si es por etapas, entiendo que no, porque cada uno… tiene su proceso personal. Voy cumpliendo, más allá de lo obsesivo, los pasos que tengo que hacer para llegar a lo que proyecté.
¿Qué opinas de que esta obra quede emplazada en el espacio público?
Me parece una cosa alucinante que pueda estar y que ojalá sea bien recibida por la gente. Uno no puede ir a imponer. Este tipo de obra es como más contemporánea, a veces por ahí si recibo algún grafito o algo por el estilo a mi no me molesta, por ahí el vandalismo sí me preocupa. Hay veces que alguien deje su inscripción es una forma de apropiarse. No creo que las obras en el espacio público sean impolutas. Yo pienso que las obras emplazadas también están para gozo de los niños que juegan. Me gusta no pararme en un lugar de saber absoluto, todo va ahí moviéndose.
