El Ministerio de Salud de la Nación lanzó el plan de recetas electrónicas a través del Decreto 345/2024, con la finalidad de cambiar la modalidad de las prescripciones en papel a recetarios en plataformas digitales.
Las recetas en papel todavía tendrán una vigencia de seis meses mientras se implementan las plataformas y se capacita a los profesionales en el uso de dichos sistemas.
Así es que, en esta etapa las plataformas de recetas electrónicas que funcionan en la actualidad pueden continuar emitiendo recetas mientras se registran y readecúan. Por su parte, los profesionales que no cuenten con recetarios electrónicos podrán confeccionar recetas en papel y las personas que tengan recetas en papel podrán obtener sus medicamentos en una farmacia como hasta ahora mientras se realizan las implementaciones, según informó el Ministerio de Salud.
¿Qué ocurre en zonas de difícil acceso?
En el caso de localidades que tengan acceso limitado a internet o zonas donde no se llegue fácilmente, la receta manuscrita permanecerá como condición de excepción. Esto también se implementa cuando existen interrupciones eventuales como cortes de luz o caídas del sistema.
¿Cuáles son sus beneficios?
Desde el gobierno afirman que este sistema tiene múltiples beneficios que no solo agilizarán los trámites sino que tiene características que la hacen mas segura y confiable. Como lo explicaron en la pagina oficial del Ministerio, las recetas digitales presentan las siguientes ventajas:
- Vuelve más segura y eficiente la prescripción base a los estándares definidos
- Solo puede ser emitida por un profesional en ejercicio matriculado y habilitado
- Asegura la trazabilidad del circuito de prescripción y entrega
- Simplifica instancias administrativas
- Brinda herramientas para tomar mejores decisiones de tratamiento
- Resguarda la identidad de los pacientes y protege su información personal
- Mejora la calidad en la prestación de servicios de salud.
Estas nuevas medidas muestran un avance tecnológico en el área de la salud, logrando así que se eviten irregularidades o discrepancias en los recetarios y en las posibles confusiones en la interpretación de la caligrafía del profesional que los emite.
