El juez federal Sebastián Casanello procesó este lunes al líder del polo obrero, Eduardo Belliboni por administración fraudulenta de fondos del Estado.
El magistrado sostiene que existen suficientes pruebas para demostrar que se desviaron los fondos recibidos como parte del plan potenciar trabajo para la financiación de campaña política.
El juez federal aseguró “el desvío de los fondos no fue inocente, ni accidental sino planificado y dirigido hacia una finalidad en particular: financiar la actividad político-partidaria de la agrupación“.
La manera que se habría utilizado para desviar los fondos fue por medio de presentación de facturas apócrifas de diferentes empresas, algunas “empresas fantasmas“ que por medio de una investigación se pudieron corroborar que no realizaban una actividad real.
Casanello también aseguró que en una de las empresas se habrían depositado recaudaciones por medio del nombre “Cápitas“ que pertenecerían a los aportes que los beneficiarios deben hacer de manera obligatoria para no perder la ayuda estatal.
Se investiga también si la organización cometió delitos de “amenazas coactivas“ debido a que el juez federal considera que la asociación Polo Obrero y la cooperativa de trabajo el resplandor debían controlar que los beneficiarios cumplan con las actividades por las que recibían el pago del potenciar trabajo pero lo que en verdad hacían era exigirle a los beneficiarios que asistan a las marchas para no perder el plan.
También se considera que hubo un “aprovechamiento de la posición de poder“ ya que obligaban a los beneficiarios a una militancia partidaria.
Dentro de este procesamiento, además de Eduardo Belliboni y están implicadas otras 17 personas con diferentes acusaciones pero todas vinculadas a la defraudación y amenazas. Por defraudación la pena establecida es de dos a seis años de prisión y además se aplicó un embargo al líder del Polo Obrero por un total de 390.000.000 de pesos , Una suma equivalente al monto de las facturas ilegales.