El conductor no contaba con la cadena de frío adecuada y transportaba carne al aire libre en la cajuela.
Días atrás, se realizaban tareas investigativas en relación a denuncias de productores ganaderos de la zona, quienes denunciaron que algunos empleados del frigorífico municipal se quedaban con partes de los animales destinados a la faena para su posterior venta.
En respuesta a estas denuncias, alrededor de las 15:30, los uniformados interceptaron una camioneta blanca conducida por un hombre de 41 años, acompañado por otro de 39 años. En la cajuela del vehículo transportaban varias partes de vísceras y restos de carne de vacuno. Ambos sujetos alegaron que los restos provenían del frigorífico municipal.
Se dio intervención a un médico veterinario, quien determinó que los 120 kilogramos de carne, incluyendo vísceras como corazón, cortes de pulpa, cachetes, entraña y rabos, habían perdido sus características organolépticas y no eran aptos para el consumo. Se recomendó su destrucción mediante incineración.
Conforme a lo dispuesto por la magistratura interviniente, se procedió al secuestro de la camioneta y los restos de carne para su posterior incineración. Los dos hombres fueron notificados de su situación legal y permanecen en libertad mientras continúan las investigaciones.
