En un golpe significativo para el gobierno de Javier Milei, la Cámara de Diputados rechazó este miércoles el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 656/2024, que asignaba un presupuesto de $100.000 millones a los fondos reservados de la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE). Esta decisión marca la primera vez desde el cambio de gestión que la oposición logra revertir una medida del Presidente, consolidando un acuerdo que aglutinó a diversos bloques opositores.
El rechazo al DNU se dio en una sesión especial impulsada por los bloques de Unión por la Patria, Encuentro Federal, y la Coalición Cívica, a los que se sumaron el Frente de Izquierda y sectores disidentes de la Unión Cívica Radical (UCR) y del PRO, cercanos al expresidente Mauricio Macri. Este último grupo se unió a la iniciativa tras el descontento por la negativa del gobierno a validar al senador Martín Goerling (PRO) como titular de la Comisión Bicameral de Inteligencia.
El gobierno aún cuenta con apoyos, aunque limitados, entre ellos algunos legisladores de Tucumán y Misiones. Sin embargo, la votación dejó al descubierto fisuras dentro de la alianza oficialista La Libertad Avanza. Lourdes Arrieta y Rocío Bonacci, del mismo espacio, votaron a favor de mantener la vigencia del decreto, pese a la controversia generada por su visita a miembros de la dictadura. En contraste, los diputados de Buenos Aires Libre, referenciados en Carolina Píparo, votaron en contra del DNU.
Durante el debate, los diputados Gabriel Bornoroni y Nicolás Mayoraz, de La Libertad Avanza, cuestionaron la legitimidad del tratamiento del decreto en la Cámara baja, argumentando que debía ser discutido en la Comisión Bicameral, donde el oficialismo ha retrasado el tratamiento de otros DNU emitidos por Milei. Juan Manuel López, de la Coalición Cívica, respondió señalando que las presiones sobre los diputados para evitar el quórum o retirarse de la sesión provienen de agentes de inteligencia y no solo del poder político.
Con la presencia de 214 diputados, se requerían al menos 143 votos afirmativos para tratar el rechazo al decreto, superando ampliamente esa cifra con 156 votos. Ahora, el Senado deberá ratificar la sanción, en lo que promete ser otro capítulo intenso en la confrontación política.