La pobreza alcanza niveles alarmantes en Resistencia y Corrientes: el 55% de la población es pobre y uno de cada cinco argentinos es indigente

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Según un reciente informe del Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), la pobreza en Argentina ha alcanzado niveles alarmantes, con el 55% de la población considerada pobre y uno de cada cinco argentinos en situación de indigencia. Las cifras, derivadas del análisis de la base de microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, reflejan una crisis social profunda que afecta a todas las regiones del país, con Resistencia y Corrientes entre las más golpeadas.

Gran Resistencia: la región más pobre del país

El informe destaca que la región de Gran Resistencia, Chaco, es la más afectada por la pobreza en Argentina, con una tasa del 79,5%. La indigencia en esta área alcanza el 38,6% de la población, una situación que supera significativamente las estimaciones previas y coloca a Resistencia como el epicentro de la crisis social. En contraste, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) presenta una tasa de pobreza del 25%, evidenciando las disparidades regionales en el país.

Situación en Corrientes

La provincia de Corrientes también enfrenta serios desafíos. Aunque no se detallan cifras específicas para Corrientes en el informe, la tendencia general sugiere que las áreas urbanas de la región están experimentando niveles de pobreza superiores al 50%, con una considerable porción de la población viviendo en indigencia.

Impacto en la niñez y el trabajo

Un dato particularmente preocupante es que siete de cada diez niños en Argentina viven en hogares pobres. Esta realidad tiene consecuencias devastadoras para el desarrollo y el futuro de los menores en todo el país, incluyendo las provincias de Chaco y Corrientes. Además, más del 44% de los trabajadores residen en hogares pobres, a pesar de las mejoras en la Asignación Universal por Hijo y las transferencias por Tarjeta Alimentar.

Agustín Salvia, director del ODSA, resaltó la gravedad de la situación y señaló que la recesión y las devaluaciones han tenido un impacto significativo en los precios y salarios, agravando la pobreza entre los trabajadores formales e informales. “Las tasas de indigencia y de pobreza infantil han alcanzado niveles casi récord”, advirtió.

Perspectivas y pronósticos

A pesar de un leve amesetamiento de la pobreza y la indigencia en marzo y abril debido a la caída de la inflación y el aumento de remuneraciones, los pronósticos del ODSA indican que la situación podría mejorar marginalmente en el segundo trimestre del año. Se espera una reducción de la indigencia al 17-18% y de la pobreza al 49-50%.

Sin embargo, Salvia enfatizó que la recuperación será lenta y dependiente de cambios estructurales en la economía. “Para superar estas privaciones necesitamos la creación de más y mejores empleos, lo cual se genera a través del crecimiento económico genuino y continuo, mayores tasas de inversión y más pymes”, afirmó.

La situación en Resistencia y Corrientes, reflejo de una crisis nacional, requiere de acciones inmediatas y efectivas para revertir los alarmantes niveles de pobreza y garantizar un futuro más próspero para todos los argentinos.

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