Este lunes, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, instó a un diálogo en Venezuela luego de la controvertida reelección de Nicolás Maduro, que tanto la oposición como varios gobiernos han calificado de fraudulenta.
Durante una visita oficial a Chile, tras una reunión con el presidente Gabriel Boric en el palacio de gobierno en Santiago, Lula expresó: “El compromiso con la paz nos lleva a convocar a las partes al diálogo y a fomentar el entendimiento entre el gobierno y la oposición”.
Lula ha estado trabajando junto a los presidentes Gustavo Petro de Colombia y Andrés Manuel López Obrador de México, quienes son aliados tradicionales del gobierno chavista, para mediar en la crisis venezolana.
“El respeto por la soberanía popular nos impulsa a defender la transparencia”, añadió Lula.
Medidas de mediación y postura de Lula
Lula ha tomado un rol protagónico en los intentos de resolución de la crisis política en Venezuela, que estalló tras las elecciones disputadas del 28 de julio. El Consejo Nacional Electoral proclamó a Maduro como ganador sin presentar un acta electoral, lo que generó denuncias de fraude por parte de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), liderada por María Corina Machado y con Edmundo González Urrutia como candidato presidencial.
Aunque Lula, Petro y López Obrador exigieron la publicación de las actas electorales, no desconocieron el resultado de los comicios, a diferencia de varios gobiernos de la región, como el de Javier Milei. En contraste, países como Cuba, Nicaragua, Bolivia y Honduras felicitaron a Maduro por su victoria.
Según el diario OGlobo, Lula planea mantener pronto una conversación telefónica con Maduro para iniciar un canal de mediación. También se espera que envíe a Caracas a su canciller y a los ministros de Exteriores de Colombia y México.
El objetivo es reunir a representantes del gobierno de Maduro y a González Urrutia en la misma mesa de negociaciones, mientras que Machado, la líder opositora, quedaría excluida para evitar el rechazo de Maduro. El chavismo la considera una dirigente radical, acusada de haber apoyado el golpe de estado fallido contra Hugo Chávez en abril de 2002, aunque Machado sostiene que no respaldó el intento de golpe.
Desde Santiago, Lula resaltó los esfuerzos conjuntos de Brasil, México y Colombia en favor de la democracia en Venezuela. “El respeto por la soberanía popular nos mueve a defender la transparencia y los resultados”, afirmó.
Por su parte, Boric, uno de los críticos más severos de la transparencia de las elecciones en Venezuela, apoyó el pronunciamiento conjunto de los tres países, pero evitó referirse directamente a la reelección de Maduro. Indicó que abordará el tema el martes, aunque ya había cuestionado los resultados, considerándolos “difíciles de creer” y exigiendo mayor transparencia.
Como respuesta, Maduro retiró a sus diplomáticos de Santiago y ordenó la salida de los representantes oficiales de Chile en Caracas, siguiendo una medida similar a la adoptada con Argentina y otros países de la región.