El Gobierno ha anunciado una próxima reducción del Impuesto PAIS que promete aliviar el costo de las importaciones a partir de septiembre. La medida, que forma parte del compromiso fiscal del Ministerio de Economía, reducirá la alícuota del 17,5% al 7,5%, lo que se espera tenga un impacto positivo en la economía al abaratar los insumos importados y, en consecuencia, reducir la inflación.
Este recorte podría resultar en una reducción automática en el valor de las importaciones, con un tipo de cambio que pasaría de $1.100 a $1.000 por dólar. Según el economista Fernando Marull, este ajuste podría aumentar las importaciones en alrededor de USD 1.000 millones mensuales, y generar una reducción en la inflación de 0,7% para septiembre.
Sin embargo, la baja del Impuesto PAIS no afectará a todos los consumidores de la misma manera. Aunque podría haber un efecto indirecto sobre los precios de los productos importados en el mercado, el cambio no se reflejará directamente en los pagos con tarjeta de crédito o débito en moneda extranjera. El llamado «dólar turista», que incluye una carga tributaria del 60% sobre el tipo de cambio minorista, no será parte de esta mejora. Esto significa que quienes realicen compras en el exterior seguirán enfrentando altos costos por el uso de sus tarjetas, sin beneficiarse de la reducción del impuesto.
