Sandra Borghi ha revelado detalles estremecedores sobre la denuncia por violencia de género presentada por Fabiola Yáñez contra el expresidente Alberto Fernández. Según Borghi, los abusos no solo fueron físicos, sino que también incluyeron amenazas de suicidio y un entorno de complicidad y silencio.
Fabiola Yáñez acusa a Alberto Fernández de una serie de maltratos que se prolongaron durante todo el último año de su mandato. Borghi indicó que estos abusos ocurrieron en la Quinta de Olivos y que no se trató de incidentes aislados. “El nene ya había nacido, pero hubo golpes durante el embarazo también”, explicó Borghi.
Como parte de la denuncia, se han presentado imágenes desgarradoras de Yáñez con el rostro desfigurado. Una de las fotos más impactantes muestra un primer plano de su cara, que, según Borghi, sugiere un golpe frontal. “Ercolini tiene una foto que es la peor, es la del rostro que es un primer plano que se saca ella misma, y que ves a una mujer con la cara desfigurada, digna de un trompazo de frente, no es un cachetazo a mano abierta”, detalló Borghi.
Además de los abusos físicos, Yáñez sufrió un intenso terrorismo psicológico por parte de Fernández. Según Borghi, el expresidente la llamaba repetidamente, amenazando con quitarse la vida si ella lo denunciaba. “Ella habló de terrorismo psicológico porque permanentemente la llamaba y decía ‘si vos denunciás, yo me voy a pegar un tiro y me voy a matar’”, relató Borghi, destacando la presión emocional ejercida sobre Yáñez.
Borghi también reveló la complicidad de personas cercanas a Fernández que conocían los abusos y no hicieron nada para detenerlos. Entre ellos se menciona a María Canteros, quien recibió una captura de pantalla de una conversación entre Yáñez y Fernández. En esta conversación, Yáñez expresaba su cansancio y sufrimiento, a lo que Fernández respondía justificando sus acciones por un “mal momento” personal. Canteros, en lugar de ofrecer ayuda, instó a Yáñez a no contarle a nadie sobre la situación: “Fabiola, no le cuentes a nadie que me contaste esto a mí, por ahora no podés hacer nada”.
La denuncia de Fabiola Yáñez pone en evidencia una situación alarmante de abuso y complicidad, subrayando la necesidad de una respuesta firme y transparente por parte del sistema judicial. Las revelaciones de Borghi han sacudido a la opinión pública y resaltan la importancia de abordar con seriedad y urgencia los casos de violencia de género.
