Valentina Petrillo, la pionera italiana y primera atleta transgénero en competir en los Juegos Paralímpicos, no logró avanzar a la final en su participación inaugural en París 2024. La velocista de 50 años fue eliminada en las semifinales de los 400 metros T12 después de finalizar tercera en su carrera, impidiendo así su clasificación para la contienda final.
El emocionante evento tuvo lugar en el Estadio de Francia, donde aproximadamente 70,000 espectadores presenciaron la competencia. A pesar de su esfuerzo y determinación, Petrillo no alcanzó la marca necesaria para asegurar un lugar en la final. Sin embargo, la atleta no se da por vencida y tiene previsto participar en los 200 metros T12, manteniendo viva su esperanza de obtener una medalla en futuras pruebas.
Valentina Petrillo nació en Nápoles en 1973 y desde joven enfrentó desafíos significativos debido al síndrome de Stargardt, diagnosticado a los 14 años, que le causó una discapacidad visual. En 2019, Petrillo inició su transición de género tras una exitosa carrera en la Selección italiana de fútbol sala en categorías masculinas. Posteriormente, se dedicó al atletismo, donde ha acumulado 11 títulos nacionales.
En 2020, Petrillo hizo historia al convertirse en la primera mujer transgénero en competir en la categoría femenina del campeonato italiano de atletismo paralímpico. Su trayectoria la llevó a quedar quinta en el campeonato europeo de 2021 y a ganar dos medallas de bronce en el campeonato mundial de París 2023.
La historia de Valentina Petrillo es el centro del documental “5 nanomoles – El sueño olímpico de una mujer trans”, que explora las regulaciones establecidas por el Comité Olímpico Internacional sobre los niveles de testosterona permitidos para atletas transgénero en competencias femeninas. El documental destaca que «cinco nanomoles por litro de sangre es la cantidad máxima de testosterona permitida para la participación de deportistas trans en categorías femeninas».
A pesar de la eliminación en los 400 metros, Petrillo permanece optimista y continúa su preparación en la Villa Paralímpica de París, determinada a alcanzar sus metas deportivas. Su participación en los Juegos Paralímpicos representa un avance significativo para la inclusión y los derechos de las personas trans en el ámbito deportivo, abriendo camino para futuras generaciones de atletas que buscan competir en igualdad de condiciones
