El Gobierno nacional ha definido un nuevo ajuste en las tarifas de servicios públicos. A partir de noviembre, las tarifas de electricidad aumentarán un 2,5%, mientras que el gas natural subirá un 2,7%. La medida fue confirmada por fuentes oficiales y responde a la estrategia del Ministerio de Economía, liderado por Luis Caputo, quien busca moderar los aumentos tarifarios para no afectar el proceso de desaceleración inflacionaria.
Además, se prevé un incremento menor al 3% en los precios de los combustibles, incluido nafta y gasoil, que implementaría la petrolera estatal YPF y seguirían empresas como Shell, Axion y Puma, tras una reducción inédita en octubre luego de casi seis años de subas consecutivas.
Paralelamente, la empresa de servicios públicos Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) aplicará un aumento del 4% en sus tarifas, de acuerdo con la fórmula de actualización prevista.
En términos de impacto en el bolsillo de los consumidores, un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet, reveló que los hogares en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) han experimentado un incremento acumulado del 370% en el costo de electricidad, gas, agua y transporte entre diciembre y octubre. Esta alza se alinea con el plan del gobierno de Javier Milei de recomposición de precios relativos y reducción de subsidios.
Según el IIEP, el aumento del gasto en servicios representa actualmente el 12,2% del salario promedio registrado, y aunque los subsidios cubren un 47% del costo de los servicios, el peso de los mismos se mantiene elevado, especialmente en transporte, que representa el 42% del gasto total.
Este ajuste se suma a una serie de medidas que el Gobierno ha implementado para moderar los costos y no comprometer la tendencia a la baja de la inflación, que en septiembre marcó un 3,5%, la cifra más baja en casi tres años.