El presidente argentino, Javier Milei, ha redoblado sus críticas hacia la Universidad de Buenos Aires (UBA), en el marco del conflicto por las auditorías impulsadas por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN). Milei reafirmó la necesidad de controlar los fondos que reciben las universidades públicas, enfrentando la oposición de la UBA, que ha llevado el caso a la Justicia.
El mandatario, en declaraciones a Radio Mitre, insistió en que las auditorías buscan asegurar la transparencia en el manejo de recursos públicos. “Los que están acostumbrados a robar no tendrán paz en Argentina”, aseguró, refiriéndose a aquellos que, según él, se oponen al control del gobierno por temor a exponer irregularidades.
Por su parte, la UBA, defendiendo su autonomía, solicitó a la Justicia que se pronuncie sobre la constitucionalidad de la intervención de la SIGEN. La universidad argumenta que su administración ya está sujeta a diversas auditorías, y que cualquier control adicional viola su independencia institucional.
El conflicto se ha intensificado en medio de protestas de estudiantes y profesores, que exigen un mayor presupuesto para las universidades públicas. Mientras tanto, Milei niega cualquier plan para privatizar o cobrar aranceles en estas instituciones, aunque mantiene su postura firme sobre la necesidad de auditar sus cuentas.
Este enfrentamiento es parte de una disputa más amplia entre el gobierno y sectores académicos, que Milei acusa de operar políticamente en su contra. El presidente confía en que las auditorías revelarán una gestión ineficiente de los recursos, lo que, en su opinión, aumentará el apoyo popular a su gobierno.
A pesar del rechazo de la UBA y de las movilizaciones, Milei se mostró optimista sobre el avance de sus «batallas culturales», destacando que su administración ha consolidado alianzas para llevar adelante su plan de ajustes en el sector educativo y en otros ámbitos clave del país.
