Los sindicatos del transporte prometieron intensificar las medidas de fuerza tras una exitosa huelga de 24 horas que, según sus líderes, tuvo un “acatamiento del 100%”. En una conferencia de prensa, Pablo Moyano y otros dirigentes de la Mesa Nacional del Transporte criticaron al gobierno de Javier Milei, advirtiendo que “no sabe dónde se está metiendo” en relación a los futuros paros. Los gremialistas subrayaron que las acciones se mantendrán dentro del marco de la ley, pero advirtieron que “esto recién empieza”.
El encuentro, que se llevó a cabo en la sede de la Mesa Nacional del Transporte, contó con la presencia de figuras sindicales como Raúl Durdos, Juan Pablo Brey, Omar Maturano, Juan Carlos Schmid y Pablo Biró. Durante la conferencia, Maturano subrayó que las medidas adoptadas son una respuesta a los ataques del gobierno, declarando que “cuando nos atacan, nos defendemos”.
La división dentro de la Confederación General del Trabajo (CGT) también fue un tema relevante. Moyano reconoció las diferencias internas respecto a la postura hacia el gobierno, pero enfatizó que “la CGT somos todos” y criticó a aquellos diputados que apoyaron medidas que, según él, perjudican a los trabajadores, como los impuestos a las ganancias y el escaso aumento a las jubilaciones.
Por su parte, Schmid denunció la campaña del gobierno en la app Mi Argentina, la cual, según él, estigmatiza a los líderes sindicales responsables del paro. Acusó al gobierno de llevar adelante una “persecución mediática” con tintes autoritarios.
El paro afectó gravemente al transporte aéreo, ferroviario, marítimo y terrestre, aunque los líderes gremiales criticaron a la Unión Tranviarios Automotor (UTA) por no adherirse a la medida. Pese a ello, Brey destacó que otros sectores, como movimientos sociales, docentes y personal de salud, se sumaron a la protesta, consolidando un frente más amplio de descontento social.
La Mesa Nacional del Transporte ya está planificando nuevas medidas de fuerza para las próximas semanas, dejando en claro que este es solo el comienzo de un plan de lucha que se intensificará si no se atienden sus demandas.