Este viernes, Aerolíneas Argentinas y los principales gremios aeronáuticos buscan una salida para evitar el colapso de la compañía, en medio de un escenario de tensiones con el Gobierno que endurece su postura.
Aerolíneas Argentinas se encuentra al borde del cierre, y este viernes se llevará a cabo una reunión clave entre la empresa y tres gremios aeronáuticos: la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA). La reunión se da en un contexto complicado, marcado por los recientes conflictos laborales en Intercargo, la empresa de servicios aeroportuarios, y por las medidas de fuerza que dejaron a miles de pasajeros varados.
El Gobierno nacional, que ha endurecido su postura frente a las protestas, ya ha anunciado despidos y una posible desregulación de los servicios de rampa para permitir la entrada de empresas privadas. Las negociaciones se llevarán a cabo en la sede de Aerolíneas Argentinas y se espera que las autoridades de la compañía y los representantes gremiales aborden la posibilidad de modificar los convenios colectivos de trabajo, lo que podría incluir ajustes salariales, aunque aún no se ha revelado la postura oficial de la empresa.
Juan Pablo Brey, líder de la AAA, expresó la disposición de los gremios para dialogar, pero también destacó la necesidad urgente de una recomposición salarial, dado que los trabajadores enfrentan un desfasaje del 90% en sus ingresos desde noviembre del año pasado. Brey también apuntó que las propuestas gremiales van más allá de lo económico, aunque criticó al Gobierno por utilizar el conflicto como una estrategia política.
El futuro de Aerolíneas Argentinas sigue siendo incierto. El miércoles próximo se llevará a cabo una Mesa Nacional del Transporte, donde se evaluarán nuevas medidas de lucha. Mientras tanto, el Gobierno ha dejado claro que no reincorporará a los empleados despedidos y que las fuerzas de seguridad estarán listas para intervenir en situaciones similares, lo que podría intensificar aún más las tensiones en el sector aeronáutico.