A partir de hoy, los combustibles en Argentina sufren un incremento promedio del 2,79%. Esta medida impacta el presupuesto de los conductores y modifica sus hábitos de consumo.
El primer día de noviembre trae consigo un nuevo aumento en los precios de los combustibles en Argentina, con un incremento promedio del 2,79% que se siente directamente en el bolsillo de los conductores. Los precios varían significativamente según el tipo de combustible y la estación de servicio, situándose entre 1.135 y 1.468 pesos por litro.
Para los propietarios de automóviles de tamaño promedio, llenar el tanque representa un gasto que oscila entre 55.000 y 60.000 pesos. En el caso de los vehículos que requieren combustible premium, el costo puede superar los 80.000 pesos, lo que ha llevado a muchos ciudadanos a replantearse sus hábitos de consumo y movilidad.
Ante este escenario, los conductores están implementando diversas estrategias de ahorro. Buscar los precios más convenientes entre distintas estaciones de servicio, reducir la cantidad de combustible cargado en cada visita y optar por medios de transporte alternativos, como la bicicleta o el transporte público, se han convertido en prácticas comunes para afrontar este aumento.
Las principales cadenas de estaciones de servicio, como YPF y Puma, han aplicado incrementos similares en sus tarifas. Actualmente, los precios del diesel oscilan entre 1.207 y 1.463 pesos, mientras que la nafta súper se encuentra alrededor de 1.167 pesos y la nafta premium, conocida como Infinia, se aproxima a los 1.419 pesos.
Este aumento en los precios de combustibles refleja un contexto económico complejo en el que los ciudadanos deben adaptar constantemente sus presupuestos y estrategias de movilidad, enfrentando la presión inflacionaria que afecta a diversos sectores de la economía.