El gobierno argentino ha decidido dar de baja la pensión vitalicia de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su pensión como viuda del ex mandatario Néstor Kirchner, generando un ahorro estimado de $21.827.624. La medida fue anunciada por Manuel Adorni, vocero presidencial, tras la confirmación de la condena a seis años de prisión por administración fraudulenta que recibió la ex mandataria en la causa Vialidad.
La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) informó que la resolución para retirar estas asignaciones ya ha sido ejecutada y será publicada oficialmente. Según la Resolución 1092/2024 de la ANSES, estas asignaciones vitalicias, previstas en la Ley Nº 24.018 para ex presidentes y vicepresidentes, son graciables y se otorgan por honor y buen desempeño. Sin embargo, se consideran incompatibles con conductas deshonrosas confirmadas judicialmente.
Actualmente, el Estado paga 13 pensiones vitalicias: 5 a ex presidentes, 4 a ex vicepresidentes y 3 a viudas de ex mandatarios, junto a una a una de sus hijas. Estos beneficios representaron $183.087.454 en bruto en el último mes. Cristina Kirchner percibía la mayor parte de estas asignaciones, con $35.255.297,73 en bruto por dos beneficios combinados: $19.645.844,41 por su rol de ex presidenta y $15.609.453,32 como viuda.
El segundo ex presidente con el ingreso más alto es Alberto Fernández, quien comenzó a recibir su pensión en mayo y obtuvo un retroactivo de $32.207.388. En total, su pensión mensual asciende a $17.606.729 en bruto.
Esta decisión de la ANSES podría extenderse a otros beneficiarios, como el ex vicepresidente Amado Boudou, cuya pensión también está bajo revisión. La legisladora Graciela Ocaña y el abogado Yamil Santoro han cuestionado la legalidad y ética de estos pagos, recordando que en 2002 se derogaron otros regímenes de privilegio, excepto para presidentes y jueces de la Corte Suprema.
Adolfo Rodríguez Saá, quien ocupó la presidencia solo por siete días en 2001, percibe una pensión de $16.194.431 en bruto. Por otro lado, Eduardo Duhalde no accede a este beneficio, ya que cobra su jubilación como ex gobernador de la provincia de Buenos Aires.
El debate sobre las pensiones de privilegio continúa generando controversia en el país, planteando preguntas sobre la justicia y sostenibilidad de estos beneficios.
