En un giro inesperado, el oficialismo en la Cámara de Diputados decidió suspender la reunión de la Comisión de Presupuesto prevista para esta tarde, complicando las negociaciones para aprobar el Presupuesto 2025. Ante la falta de consenso, se perfila como probable la prórroga del presupuesto de 2023, un escenario que permitiría al Ejecutivo manejar las finanzas mediante decretos de necesidad y urgencia (DNU).
José Luis Espert, presidente de la comisión de Presupuesto, aseguró que el gobierno sigue abierto al diálogo:
*»Seguiremos negociando. Si logramos avances en las próximas semanas, el Poder Ejecutivo evaluará convocar a sesiones extraordinarias para tratar el Presupuesto 2025″*. Sin embargo, el anuncio fue recibido con escepticismo por la oposición, que ve en esta suspensión una estrategia deliberada para evitar la sanción de una nueva ley y mantener la discrecionalidad en el manejo de los recursos públicos.
Representantes de los bloques opositores, como Pro y la UCR, señalaron que las negociaciones llevan meses estancadas. Los gobernadores aliados, que dependen de la sanción del presupuesto para asegurar recursos en 2025, manifestaron su frustración. Germán Martínez, jefe del bloque Unión por la Patria, denunció:
«El gobierno busca evitar la ley de presupuesto para mantener el DNU 846/2024, lo que le permite manejar la deuda externa y las partidas sin control parlamentario».
Por su parte, Pablo Juliano, líder de Democracia para Siempre, advirtió:
«La prórroga del Presupuesto 2023 da vía libre a un ajuste insensible y refuerza la falta de transparencia del oficialismo».
La tensión aumentó el jueves pasado cuando el ministro de Economía, Luis Caputo, rechazó las modificaciones solicitadas por gobernadores de las provincias. Entre las principales demandas están la coparticipación de recursos tributarios y la cobertura de deudas con cajas previsionales no transferidas a la ANSES, problemas que afectan el equilibrio fiscal en varias provincias.
El plazo para dictaminar en comisión vence mañana, y las sesiones ordinarias concluyen el 30 de noviembre. Sin una prórroga o convocatoria a sesiones extraordinarias, el Congreso cerraría el año sin aprobar el Presupuesto 2025, lo que obligaría a una nueva reconducción del de 2023. Esto, según la oposición, es parte de la estrategia del oficialismo para consolidar su control sobre el gasto público.
Mientras los bloques dialoguistas de Pro y la UCR evalúan próximos pasos, el escenario parlamentario se enrarece, con gobernadores y legisladores preocupados por las implicancias de un manejo financiero más centralizado en 2025. La próxima semana será decisiva para determinar si el Congreso logra avanzar en un acuerdo o si el oficialismo impone su voluntad por la vía de los hechos.