Con una gestión en tiempo récord del asesor presidencial Santiago Caputo, el Ejecutivo se aseguró presentar el proyecto antes de fin de año y espera tratarlo en la proximidad.
el Gobierno giró finalmente esta tarde el ambicioso proyecto de reforma electoral que elimina las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), suspende los aportes extraordinarios para los partidos y cambia varias reglas de juego durante la campaña. Todavía no decidió si lo tratará en Sesiones Extraordinarias -Javier Milei aún no las convocó-, pero no descartan incluirlo en el eventual temario.
Santiago Caputo buscó acelerar el envío de la iniciativa que redactó la secretaria de Planeamiento Normativo, María Ibarzábal, fiel técnica de sus filas, que incluye cambios significativos en el financiamiento de los partidos políticos. A pesar de que los socios del Gobierno encendieron las alarmas en contra de la iniciativa, en la Casa Rosada dicen que «hay oportunidades» para lograr consenso.
Más allá de las ambiciones del Presidente, se vislumbra escaso acompañamiento para una medida que, además, exigiría para su sanción una mayoría especial, porque se trata de un tema de índole electoral. El PRO y la UCR ya dijeron que están en contra de la supresión de las PASO, porque las necesitan para ordenar sus espacios políticos. Además, la relación con los espacios aliados está muy tensa luego de que el Gobierno endureciera la postura por el Presupuesto 2025 y cerrara la puerta a las negociaciones con los gobernadores. Y el kirchnerismo, que podría estar de acuerdo, no está dispuesto a votar ninguna iniciativa que provenga de un Ejecutivo que acaba de vapulear a Cristina Kirchner.
El proyecto tiene como principal objetivo la eliminación de las PASO, argumentando que representan un gasto innecesario que podría ser reasignado a otras áreas. Además, se propone modificar el régimen de financiamiento de los partidos para reducir el gasto público y «aumentar la transparencia», enfocándose en cómo se financian las campañas más que en cuánto se gasta. También desincentiva la creación de partidos nuevos y el sostenimiento de sellos que tienen nula representatividad.
El debate sobre la eliminación de las PASO generó algunas divisiones en el Gobierno, pero se impuso la visión del asesor Caputo. Algunos funcionarios consideraban que la medida debía discutirse después de las elecciones legislativas, pero Milei decidió dejar a un lado los usos y costumbres y no descarta tratarlo en sesiones extraordinarias o en las sesiones ordinarias del 2025.