La investigación sobre el femicidio de Johana González, ocurrido en mayo, da un paso clave con el análisis del teléfono celular de Mario Barrientos, único imputado. El caso podría ser elevado a juicio en los próximos días.
El caso del femicidio de Johana González, ocurrido en mayo de este año, avanza con la reciente realización de un peritaje al teléfono celular de Mario Barrientos, el único imputado en el crimen. La pericia, que se sumó a otras pruebas recolectadas durante la investigación, podría ser la última antes de que el caso sea elevado a juicio. La joven, madre de un niño de 9 años, desapareció el 21 de mayo luego de visitar a su madre en Resistencia. En su última conversación, le indicó que volvería a buscar a su hijo, pero nunca regresó.
Tras una intensa búsqueda de 10 días, los restos de Johana fueron hallados en una laguna en Villa Seitor, zona de Juan Domingo Perón y Bertaca. La joven había sido desmembrada y sus restos fueron encontrados en una bolsa negra. La investigación apuntó rápidamente a Mario Barrientos, quien fue detenido en Corrientes tras presentarse en un hospital con cortes en las muñecas. En su vivienda, cerca de la laguna, la policía halló manchas de sangre, armas blancas y restos del cuerpo de la víctima en las tuberías del desagüe. Barrientos, quien se negó a declarar durante la instancia penal preparatoria, enfrenta cargos por el femicidio de Johana González.
La Fiscalía espera que con la incorporación de la última pericia, el caso se eleve a juicio en los próximos días.