La Fundación Alejandra Báez, centro de recuperación para personas con adicciones y consumos problemáticos en Fontana, se ha visto obligada a trasladar sus actividades por la falta de respuestas del Municipio. Cuestionan la falta de acción del intendente Fernando Cuadra y del Secretario de Desarrollo Social, Claudio Machuca.
La Fundación Alejandra Báez, reconocida por su importante labor como centro de recuperación para personas con adicciones y consumos problemáticos, enfrenta serias dificultades debido a la falta de apoyo por parte del Municipio de Fontana. La organización, que hace tiempo proporciona un espacio esencial para el tratamiento y la rehabilitación de quienes luchan contra el consumo problemático, ha debido abandonar su sede en la avenida Augusto Rey ante la falta de recursos y la ausencia de respuestas concretas del Secretario de Desarrollo Social, Claudio Machuca, y del intendente Fernando Cuadra.
En un contexto donde la necesidad de atención a las problemáticas de adicción es cada vez mayor, la fundación ha seguido adelante gracias al esfuerzo incansable de sus operadores y las familias. Sin embargo, la situación alcanzó un punto crítico al verse obligados a trasladar sus actividades a un quincho prestado en la avenida Marconi al 4300, cortesía de una familia solidaria. Este traslado evidencia no solo la persistencia y compromiso de la fundación, sino también la falta de acción por parte de las autoridades locales, que hasta el momento no han ofrecido soluciones efectivas.
La directora de la fundación, Belén González, expresó la frustración de quienes forman parte de esta iniciativa: “Nos esforzamos al máximo, pero seguimos sin un espacio adecuado y sin el respaldo necesario del Municipio de Fontana”. Las críticas al Secretario de Desarrollo Social, Claudio Machuca, se centran en su falta de respuesta ante las solicitudes de ayuda, algo que pone en cuestión su compromiso con una problemática social tan urgente.
Asimismo, la falta de intervención del intendente Cuadra ha sido motivo de indignación. Como máximo representante del municipio, se esperaba un apoyo más decidido y una gestión que priorice a quienes más lo necesitan. La comunidad y los miembros de la fundación han hecho un llamado para que el intendente y su equipo reconsideren su postura y actúen de manera concreta para garantizar la continuidad de este espacio vital para tantas personas.
Este caso pone de relieve la importancia de apoyar y proteger a instituciones que trabajan en el terreno, ofreciendo respuestas para quienes más lo necesitan, especialmente en un contexto de creciente necesidad y vulnerabilidad social. La esperanza de la comunidad es que las autoridades municipales respondan y tomen medidas que fortalezcan la red de apoyo a personas con adicciones y consumos problemáticos en Fontana.