Si la Cámara de Casación Penal ratifica la condena a Cristina Fernández de Kirchner, podría ser enviada a prisión. Hoy su libertad y su futuro político penden de un frágil tejido de alianzas que ¿incluyen al propio Javier Milei? Los antecedentes de Menem y Lula, el rol de la Corte Suprema y un sistema político cada vez más resquebrajado.
Cristina Fernández de Kirchner es una empresaria argentina que trabajó de política toda su vida en el Estado y pudo construir una fortuna difícil de calcular junto a su marido, Néstor Kirchner.
Ahora, esta abogada que ocupó dos veces la presidencia de la Argentina, una vez la vicepresidencia y fue legisladora nacional y provincial enfrenta una sentencia que podría llevarla a prisión en el corto o mediano plazo. La llamada “Causa Vialidad”, por la que fue condenada por el direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz, avanza de manera lenta, aunque en un sentido que pone a Cristina Kirchner más cerca de convertirse en una “persona privada de libertad”.
Para evitar el encierro, Cristina Kirchner promueve su vuelta a la centralidad de la política y el poder merced a los buenos oficios del presidente Javier Milei. El presidente es consciente de los movimientos (gente cercana lo dice). En tanto que otros les recuerdan a los consejeros del Primer Piso de la Casa Rosada que a Mauricio Macri no le fue bien con ese plan estratégico. “No traigan un muerto a la fiesta”, resumen. Son crueles.
“A mí me absolvió la historia. Y a ustedes seguramente los va a condenar la historia. ¿Preguntas? Preguntas tienen que contestar ustedes, no yo”, fue la estocada verbal de la vice electa en ese momento antes de conocer la resolución judicial. Ella, que venía de urdir la trama del poder para que Alberto Fernández sea presidente, ganaba tiempo. Ahora, el reloj de arena vuelve a ponerse en movimiento.
Cristina y “el Javo” se admiran mutuamente. Los puntos en común son muchos. A los fanáticos de cada segmento, sea kirchnerista que quiere todo Estado o sea libertario, que no quiere nada de Estado, hoy injustamente se los llama “termos”. En público, la expresidenta elogió a Milei porque mantuvo actualizada la Asignación Universal por Hijo. Milei ataca a la prensa; ella disfruta.
El 13 de noviembre, casi dos años después que el Tribunal Oral dictara sentencia contra Cristina Kirchner por “administración fraudulenta”, con una pena de 6 años de prisión, el máximo tribunal penal del país (la Cámara de Casación Penal) ofrecerá a los ciudadanos una audiencia de «lectura de sentencia».
En esta oportunidad, los camaristas Gustavo Hornos, Diego Barroetaveña y Mariano Borinsky, integrantes de la sala IV, darán a conocer su fallo.