En el acto por el 203° aniversario de la Policía Federal, el presidente Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel, volvieron a mostrarse juntos tras 45 días, pero el evento evidenció la tensa relación que atraviesan. Pese a compartir la ceremonia, apenas se miraron o interactuaron, manteniendo una distancia palpable.
La jornada, que incluyó la graduación de cadetes de la Escuela Comisario General Juan Ángel Pirker, transcurrió sin intercambios entre ellos. Ni siquiera los intensos 36 grados del calor lograron que surgiera un comentario compartido: ambos soportaron el clima en silencio, vestidos de azul y separados en actitud, aunque físicamente cercanos. El ambiente fue diferente al que Milei tuvo con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con quien se mostró cómplice, intercambiando sonrisas y palabras al oído. En contraste, Villarruel permaneció como una figura distante, saludando al presidente solo de forma protocolar.
La última controversia entre Milei y Villarruel se debió a la visita de la vicepresidenta a María Estela Martínez de Perón en España, un gesto del que Milei se desmarcó públicamente. Esta tensión se reflejó en la ceremonia: mientras el presidente se mostró cercano a Bullrich, abrazándola y dialogando, Villarruel parecía ser parte del decorado, sin ninguna señal de camaradería entre ambos.
Milei, durante su discurso, reivindicó las políticas de seguridad de su gobierno, destacando los logros del protocolo antipiquetes y las acciones contra el narcotráfico en Rosario, con la presencia de altos funcionarios de los tres poderes, como Mariano Borinsky, presidente de la Cámara de Casación Penal, y el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli.
El evento concluyó sin que Milei y Villarruel compartieran más que la breve llegada y despedida protocolar. El presidente fue el primero en retirarse hacia la Casa Rosada, mientras Villarruel se marchó por separado, interactuando con familiares de efectivos para fotos rápidas, y Bullrich se despidió entre fotos y gestos de sintonía con el personal policial, marcando aún más la separación entre los líderes del ejecutivo.
