La Cámara de Diputados sufrió un nuevo traspié legislativo al no alcanzar el quórum necesario para debatir el proyecto de reforma de la «democracia sindical», impulsado por la UCR y el PRO. La iniciativa buscaba eliminar las reelecciones indefinidas de los secretarios generales, implementar la «ficha limpia» para sindicalistas, y modificar los esquemas de representación y elección dentro de los gremios, incluyendo la integración de las minorías en los órganos directivos y nuevas reglas para la gestión de las obras sociales sindicales.
Falta de quórum y críticas
A la sesión asistieron 111 diputados, quedando a 16 de los 127 necesarios para iniciar el debate. Entre los ausentes destacaron legisladores de Unión por la Patria, Encuentro Federal y miembros de La Libertad Avanza, cuyos votos se consideraban clave. «El gobierno no jugó a fondo para que la reforma sea posible», declaró el diputado Martín Tetaz (UCR), principal impulsor del proyecto, quien también criticó la falta de compromiso de algunos bloques aliados.
Tetaz calificó la sesión como un «principio de revelación» y señaló que la reforma habría beneficiado a los sindicatos al hacerlos «más competitivos y transparentes». Además, apuntó contra la dirigencia gremial, describiéndola como «la principal casta que se tiene que terminar».
Negociaciones y oposición
La iniciativa ya había enfrentado dificultades en la Comisión de Legislación del Trabajo, donde obtuvo 15 firmas en lugar de las 16 necesarias para un dictamen favorable. Unión por la Patria y Encuentro Federal rechazaron el proyecto, mientras que La Libertad Avanza mostró posturas divididas en medio de sus negociaciones con la CGT.
La presidencia de la Cámara, a cargo de Martín Menem, tampoco accedió a reinterpretar las normativas legislativas para facilitar el debate, lo que Tetaz calificó como un obstáculo adicional.
Avance en otras reformas
Aunque la reforma sindical no prosperó, otro proyecto respaldado por la UCR y el PRO sobre la modificación de los créditos laborales sí obtuvo dictamen de mayoría en la comisión correspondiente. Sin embargo, esa propuesta no fue incluida en el temario de la sesión.
El fracaso de la sesión evidencia las dificultades del oficialismo y sus aliados para articular consensos en un Congreso polarizado, mientras los gremios y otros sectores siguen atentos a las posibles repercusiones de esta iniciativa en futuras instancias legislativas.
