La tragedia ocurrió en el parque Cambá Cuá, donde un joven de 21 años cayó en un pozo sin señalización y se ahogó. El municipio y los concejales no han dado explicaciones sobre la falta de medidas de seguridad.
Este 30 de noviembre se cumplirá una semana de la muerte de Juan Pablo Ramos, un joven estudiante de 21 años de la Licenciatura en Comunicación Social de la UNNE, quien falleció tras caer en un pozo con agua en el parque Cambá Cuá de la ciudad de Corrientes. El incidente ocurrió la noche del sábado 23 de noviembre, cuando el joven, en busca de un lugar para orinar, entró en una casilla que no contaba con señalización ni iluminación. La falta de medidas de seguridad en un paseo público tan concurrido, especialmente sobre la costanera General San Martín, dejó al joven vulnerable en una zona oscura y sin advertencias visibles.
Lo que más preocupa es la ausencia de respuestas por parte del municipio de Corrientes. Ni el intendente ni ningún funcionario relevante se han pronunciado sobre la falta de baños públicos en un espacio de alta circulación nocturna, ni sobre la carencia de señales y la mala iluminación en esa zona del parque. El silencio es compartido también por concejales de distintas fuerzas políticas, quienes no se han expresado sobre lo sucedido. A su vez, la defensoría de los vecinos aún no ha emitido un comunicado oficial al respecto.
La muerte de Ramos revive un precedente de desidia en la ciudad. En julio de 2018, un matrimonio de Misiones sufrió un trágico accidente en la Ruta Nacional 12, cuando cayeron al arroyo Guazú debido a la falta de señalización en un puente que se había partido días antes por una creciente. En ese caso, la mujer sobrevivió, pero su esposo murió ahogado.
Ante este panorama, los padres de Juan Pablo Ramos evalúan tomar acciones legales contra el Estado municipal de la ciudad de Corrientes, buscando que se haga justicia por la muerte de su hijo y que se tomen medidas para evitar futuras tragedias.
