El Gobierno actual cerrará su primer año con un superávit primario en las cuentas públicas, algo que no se veía desde 2011. Este resultado se logró principalmente a través de una combinación de medidas como la reducción de gastos, recortes en áreas clave como las jubilaciones y la obra pública, y un incremento en la recaudación de impuestos.
La administración implementó recortes en proyectos de infraestructura, subsidios y transferencias a provincias. También, el uso de herramientas impositivas, como la recomposición de la Cuarta Categoría del Impuesto a las Ganancias y la moratoria para deudas tributarias, fueron clave para lograr este equilibrio. El Impuesto PAIS, que dejará de existir a finales de 2024, también jugó un papel importante en la estabilización de las cuentas.
El déficit fiscal cero se convirtió en un objetivo inquebrantable para el presidente Javier Milei y su equipo económico. Este equilibrio fiscal permitió al Banco Central reducir la emisión de pesos, una de las principales fuentes de inestabilidad económica.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Los planes originales del Gobierno se vieron afectados cuando la propuesta de incrementar las retenciones a las exportaciones fracasó en el Congreso. Ante este revés, el Ejecutivo optó por ajustes más drásticos en áreas sensibles del gasto público.
Fuerte Reducción del Gasto Público
El gasto público total en 2024 se redujo significativamente en relación al Producto Bruto Interno (PBI). Según datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el gasto se redujo al 10,2% del PBI, comparado con el 19,2% durante el pico de la pandemia en 2020. Las áreas más afectadas por los recortes fueron la obra pública y las transferencias a provincias.
A pesar de estos esfuerzos, la consultora Invecq advierte que las posibilidades de seguir ajustando el gasto son limitadas para el próximo año, ya que la inflación se ha estabilizado y muchos gastos discrecionales ya fueron recortados en 2024.
Desafíos para Sostener el Superávit
El Gobierno envió al Congreso un presupuesto para 2025 que busca mantener el equilibrio fiscal, pero su aprobación está en duda. El plan incluye disposiciones para mejorar la calidad del gasto y avanzar en la reforma del sistema tributario y previsional, pero la eliminación del Impuesto PAIS a finales de 2024 plantea un desafío importante. Este impuesto representaba el 1,1% del PBI, y su eliminación significará una caída en la recaudación que deberá compensarse de alguna manera.
El Gobierno buscará incrementar otros impuestos, como el Impuesto a las Ganancias y los derechos de exportación, para mitigar el impacto. Sin embargo, el gran desafío será cumplir con la promesa de reducir impuestos, como las retenciones y el impuesto al cheque, algo que aún no cuenta con una hoja de ruta clara.