Diana Mondino, ex ministra de Relaciones Exteriores, ha retomado su actividad en la Universidad del CEMA (UCEMA) luego de ser destituida por el presidente Javier Milei. La economista fue removida de su cargo tras haber respaldado, sin consulta previa, el voto histórico de Argentina en la ONU a favor de Cuba, un hecho que desató una inmediata reacción presidencial. «Le costó el puesto en 30 minutos», afirmó Milei, señalando la importancia de seguir estrictamente las directrices de su administración.
El anuncio de su regreso a UCEMA fue realizado por Marcos Gallacher, director del Departamento de Economía Agrícola, quien celebró la noticia en redes sociales: “UCEMA recupera a su destacada profesora y mejor persona @DianaMondino. Welcome back”. Mondino retomará la enseñanza de finanzas en los programas de MBA y posgrado de la institución, donde ya había impartido clases antes de su paso por el Gobierno.
Con una sólida trayectoria académica y experiencia en el análisis de mercados y riesgos, Mondino tiene formación en la Universidad Nacional de Córdoba, un MBA de la Universidad de Navarra, y estudios complementarios en Yale, Columbia y Darden en Estados Unidos. Sin embargo, el despido ha dejado huella, y el gobierno de Milei busca ahora contener las consecuencias de su partida.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, insinuó que Mondino podría ser considerada para otro cargo dentro de la estructura de La Libertad Avanza, destacando su valor y potencial utilidad para el país. No obstante, fuentes cercanas indican que la economista todavía se siente afectada por el conflicto, especialmente debido a desacuerdos previos con Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, quien había intervenido en el manejo de su ex ministerio.
Mientras tanto, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, ha asumido con la misión de realizar una auditoría en la Cancillería y avanzar con una “purga ideológica” para alinear completamente la política exterior con la visión libertaria. La intervención es vista como un paso hacia una diplomacia alineada con Estados Unidos e Israel y alejada de vínculos que el Gobierno considera contrarios a su ideología.