El Gobierno argentino solicitó explicaciones al de Chile luego de que un helicóptero del Ejército trasandino ingresara sin autorización al espacio aéreo argentino. El incidente ocurrió ayer a las 17:50, en la zona del Paso Internacional Roballos, en la provincia de Santa Cruz, una región limítrofe con la Patagonia chilena.
El Ministerio de Defensa de Argentina, encabezado por Luis Petri, emitió una alerta a raíz del ingreso no autorizado, y la Cancillería argentina presentó una solicitud formal ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile para que se expliquen las causas de la incursión. Según fuentes oficiales, no se informó de ninguna emergencia que justificara el vuelo y se descartó cualquier situación previa que hubiera requerido autorización.
El episodio se produjo en un contexto de recientes intercambios políticos entre los presidentes de ambos países, Javier Milei y Gabriel Boric, aunque las autoridades argentinas procuraron minimizar la posibilidad de una escalada diplomática. La Cancillería argentina, liderada por Gerardo Werthein, optó por no presentar una nota de protesta formal, enfatizando la importancia de preservar la relación bilateral.
En declaraciones recientes, Boric hizo un llamado a la prudencia, recordando que los vínculos entre los países trascienden las diferencias ideológicas de sus líderes. Este mensaje fue en respuesta a comentarios del ministro de Economía argentino, Luis Caputo, quien había criticado abiertamente al gobierno chileno, calificándolo de «prácticamente comunista».
El incidente aéreo no es el primero de su tipo en los últimos meses, ya que se han registrado episodios similares en la región fronteriza. Estas situaciones han generado preocupación en Argentina debido a la creciente frecuencia de incursiones no autorizadas.
El Paso Internacional Roballos, donde ocurrió el hecho, conecta Santa Cruz con la región chilena de Aysén y es conocido como un punto estratégico en la Patagonia. La vigilancia aérea argentina detectó la anomalía y tomó intervención de inmediato, activando los protocolos correspondientes.
Este suceso subraya la necesidad de mantener canales de comunicación abiertos entre ambos gobiernos para evitar malentendidos y preservar las relaciones entre dos países con más de 5.000 kilómetros de frontera compartida.
