Los abuelos paternos de Cielo, la niña involucrada en un conflicto familiar judicializado, defendieron la decisión de la jueza Claudia Karina Feldmann y aseguraron que la menor se encuentra “adaptada” a su nuevo entorno. A través de su abogada, María Julia Piedrabuena, sostuvieron que Cielo está viviendo en un ambiente “estable y rodeada de apoyo familiar”.
En un escrito presentado a la Justicia, los abuelos incluyeron fotografías de la niña jugando con sus primos y otros parientes como prueba de su bienestar. “Cielo ahora está tranquila, alegre y distendida”, declaró Piedrabuena. Según el entorno paterno, la niña está recibiendo los cuidados necesarios y ha comenzado a formar lazos positivos con su familia.
Los abuelos expresaron su disposición a colaborar con los equipos interdisciplinarios para garantizar una adaptación sin conflictos. También señalaron su interés en que la menor mantenga contacto con su madre, siempre bajo condiciones que prioricen su estabilidad emocional.
Sin embargo, la asesora de Niñas, Niños y Adolescentes Nº 5, Gabriela Carolina Colef, presentó un informe crítico sobre el procedimiento de traslado, señalando que la medida fue traumática para la menor. Según Colef, Cielo manifestó una firme negativa a abandonar su hogar materno, reaccionando con llanto y resistencia física.
“La actuación coercitiva generó un sufrimiento innecesario y no se adoptaron recursos adecuados para minimizar el impacto emocional”, afirmó Colef. Su informe plantea que el operativo vulneró los derechos de la niña y podría ocasionar consecuencias emocionales a largo plazo.
Desde el juzgado, Feldmann sostuvo que la medida es provisoria y se tomó tras considerar todos los elementos presentados en el caso. “El interés superior de la niña guía cada decisión. La medida busca garantizar su bienestar en un contexto que había mostrado señales de inestabilidad previa”, explicó en un comunicado.
El caso de Cielo sigue generando opiniones divididas, con visiones contrapuestas sobre su situación actual y el procedimiento judicial que derivó en su traslado. Mientras tanto, la niña permanece en el centro de un conflicto que plantea complejos desafíos para la Justicia y las familias involucradas.