Los agentes del Comando Radioeléctrico serán imputados por operativos irregulares en los que habrían golpeado y robado a las víctimas.
En la madrugada del domingo, diez policías del Comando Radioeléctrico de Rosario fueron arrestados por la División de Asuntos Internos en el marco de una investigación por allanamientos ilegales en domicilios particulares y comercios. Los procedimientos, dirigidos por los fiscales José Luis Caterina y Karina Bartocci, están relacionados con denuncias de abuso de autoridad, robo de dinero y bienes, y agresiones a las víctimas.
Entre los detenidos se encuentra un jefe de tercio, Luis Alberto P., junto a otros agentes identificados como Marcelo Gabriel B., Gastón M., Brian Facundo P., Jaquelina R., Stella Maris C., Agustín M., Melani P., Gisela Lorena N. y María Eva T. En los operativos se incautaron armas reglamentarias, municiones, dinero en efectivo, celulares y material relevante para la causa.
Uno de los casos bajo investigación ocurrió en octubre, cuando los policías irrumpieron sin orden judicial en un almacén de barrio Puente Gallego. Allí, según las denuncias, habrían golpeado a los presentes, robado 6 millones de pesos y plantado un arma para justificar la detención de una mujer que luego fue liberada por inconsistencias en el caso.
Además, se investiga otro allanamiento en julio, donde los agentes habrían ingresado a una vivienda vinculada al robo de una moto y sustraído dinero y bienes de valor.
Los fiscales indicaron que algunos de los uniformados detenidos están involucrados en múltiples procedimientos sospechosos y serán imputados en los próximos días en el Centro de Justicia Penal.
Más agentes bajo la lupa
En paralelo, el fiscal Pablo Socca acusó esta semana a policías de la Brigada Motorizada por casos similares. Los imputados habrían robado dinero, teléfonos y otros objetos durante un operativo en el barrio República de la Sexta. Estos agentes permanecen bajo prisión preventiva por seis meses.
La situación pone nuevamente en el centro de la escena el accionar de las fuerzas de seguridad y la necesidad de controles más estrictos para evitar abusos de poder.