El Tribunal Penal de Aviñón sentenció a Dominique Pelicot a 20 años de prisión por violar a su exesposa, Gisèle Pelicot, durante casi una década, en un caso que incluyó a 50 cómplices. Los delitos ocurrieron entre 2011 y 2020, cuando Pelicot drogaba a Gisèle y organizaba los abusos, grabando los hechos y almacenando las pruebas en su computadora.
El caso, descubierto en 2020, desató una reacción social masiva, con marchas feministas en Francia exigiendo justicia. Pelicot también fue condenado por otros crímenes, como grabar imágenes indebidas de su hija y familiares. Durante el juicio, Gisèle renunció a su anonimato para cambiar «la vergüenza de bando» y se convirtió en un símbolo de resistencia. La condena máxima para Pelicot fue celebrada, pero las penas menores para los otros acusados generaron críticas al sistema judicial francés.