En medio de tensas negociaciones en Doha, Hamas presenta pruebas de vida de varios rehenes israelíes secuestrados el 7 de octubre. A pesar de los avances, persisten desacuerdos sobre la liberación prioritaria de prisioneros. Las conversaciones continúan siendo complicadas, pero las esperanzas de un acuerdo siguen vivas.
En las últimas horas, las negociaciones entre Hamas e Israel han dado un giro inesperado, tras la presentación por parte de Hamas de pruebas de vida de varios rehenes israelíes secuestrados durante el ataque del 7 de octubre de 2023. Este gesto ha elevado las expectativas de un alto al fuego en las próximas semanas, aunque las conversaciones siguen enfrentando obstáculos importantes.
El ejército israelí confirmó conocer el paradero de la mayoría de los 96 rehenes israelíes que aún permanecen en cautiverio, pero no puede garantizar cuántos siguen con vida. De los 251 civiles secuestrados en el ataque inicial, se estima que al menos 34 ya habrían fallecido.
Uno de los puntos clave en la mesa de negociaciones es la liberación prioritaria de ciertos rehenes. Israel ha solicitado que se incluyan en la lista inicial de liberaciones a 11 hombres, además de mujeres, niños, ancianos y personas enfermas. Hamas, por su parte, ha aceptado parcialmente esta solicitud, pero exige la liberación de 200 prisioneros palestinos a cambio.
Otro punto de desacuerdo es el tipo de acuerdo a alcanzar: Hamas pide un cese definitivo de los enfrentamientos, mientras que Israel propone un «alto al fuego prolongado». Aunque fuentes palestinas afirman que el 90% del acuerdo ya está cerrado, los desacuerdos sobre temas estratégicos, como el control del Corredor Filadelfia en la frontera entre Gaza y Egipto, aún persisten.
En paralelo, el ejército israelí continúa su avance en Gaza. En las últimas 24 horas, los bombardeos han dejado 28 víctimas fatales, lo que aumenta la presión sobre ambas partes para llegar a un acuerdo.
Desde Hamas, su liderazgo se mostró optimista, indicando que las posibilidades de llegar a un acuerdo están más cerca que nunca, siempre que Israel no imponga nuevas condiciones. La situación sigue siendo delicada, y el mundo observa atentamente los avances en estas negociaciones, que podrían ser cruciales para el futuro del conflicto y la crisis humanitaria en Gaza.