La Parroquia San Javier, ubicada por Colón 428, frente a la Plaza España de la ciudad de Resistencia, contempla una gran variedad de organizaciones, grupos e instituciones que trabajan coordinadamente para abarcar y contribuir, en materia de fe católica y cuidados humanitarios, a la mayor cantidad posible de sectores de la sociedad.
Es así que, grupos de jóvenes, matrimonios, niños y muchos otros, reciben su formación cristiana y trabajan por el bien de la comunidad durante todo el año.
La Parroquia tiene un carisma Ignaciano, es decir que sigue y profesa las enseñanzas de San Ignacio de Loyola, lo cual la convierte en una Iglesia abocada a la misión y la oración contemplativa, que llama al silencio y a la introspección.
En este contexto, una de las Instituciones que rigen bajo la organización de la Iglesia Católica San Javier es el Hogar Santa Teresita. Sobre éste lugar, el Párroco Pablo Ferreiro, en comunicación con TN24, brindó información y contó cómo trabajan desde la Institución en el cuidado de niños en situación de vulnerabilidad.
El Hogar Santa Teresita, destinado a niñas y el Hogar San Javier, para niños, nacen al principio de la década de los 90, como una respuesta a la necesidad de resguardar a los niños desamparados, “el padre Lugones, junto con la Liga de Madres de Familia y algunos feligreses de la Parroquia San Javier viendo la necesidad de los chicos de la calle en ese momento, que se llamaban en los 90, los chicos que vivían acá en la plaza España, pensaron en ayudarlos”, cuenta el Padre Pablo.
Se trataba en ese entonces de chicos que tenían familia, pero que por diversas situaciones de violencia y abandono se iban de sus casas siendo menores y dormían en la plaza, “ Lugones se preocupó de poder darles una merienda, que puedan entrar al tinglado, darse una ducha, tomar un desayuno, y así poder asistirlos”.
Así es como surge entonces, con ayuda de la comunidad y del Estado, la compra de los dos Hogares. Cabe destacar que actualmente solo funciona el Hogar de niñas Santa Teresita, porque hay un solo varón.
Pasos legales para el resguardo de los niños
Más allá de lo bueno de la acción, no se puede obrar por simple caridad o beneficencia sobre esos niños, sino que hay pasos legales que cumplir para recibirlos. En este sentido, Ferreiro explica cuáles son estos procesos de la justicia, “en un principio nosotros nos encontrábamos con los chicos en la plaza España y en la calle, pero bueno, también teníamos que seguir los pasos legales de autorización de la justicia, y ahí justamente entraban los juzgados de familia y niñez, para que eso pueda ser avalado jurídicamente”, contó y añadió, “la Subsecretaría de Niñez y Adolescencia, a través de la línea 102, son los que reciben las denuncias por violencia, por maltrato, por diversas situaciones que esté pasando el menor, y se comunican con nosotros pidiendo la entrada del niño”.
Los niños que ingresan al hogar tienen un proceso de varios meses, es decir, a través de la justicia, el juzgado otorga una medida cautelar de protección por 90 días, luego se renueva por otros 90 días, y cumplidos esos 180 días hay una resolución para que entren en adoptabilidad. Una vez allí, estos chicos pueden ser adoptados por las familias que están inscriptas en el registro de las familias adoptantes. La mayoría de los niños no regresan a sus familias de origen porque éstas no están preparadas, o no han resuelto su problema inicial por el cual el menor salió de esa realidad.
Actualmente, el Hogar Santa Teresita recibió, entre abril y agosto, a 6 niñas de entre 4 y 11 años. Estas menores han tenido un progreso significativo en su desarrollo. Cabe destacar que en el establecimiento reciben todo tipo de contención y formación que les permite tener una infancia con las ocupaciones propias de su edad, como son comer, jugar, dormir y estudiar, “por el ambiente que hay en el hogar, por el cuidado, por el cariño, también por los límites que se les pone y por la educación que nosotros le damos, vemos una evolución tanto intelectual en la escuela, que es notable, como también afectiva”, expresa el Padre Pablo, sobre el crecimiento de las niñas, desde que entraron al Hogar hasta hoy día.
El Hogar cuenta con apoyo escolar, psicólogos y psicopedagogos, entre otros profesionales, que trabajan 24/7 para lograr un avance en la vida de los niños, que, como se dijo, traen consigo situaciones difíciles impropias de su edad. “Cuando no tienen situaciones de violencia o de abandono, o de abuso, un niño puede crecer en paz, y ahí uno ve que el progreso es notable” afirma Ferreiro.
El aporte del Hogar a la comunidad “es actuar allí donde otros no actúan»
La Institución ha surgido hace ya 35 años, mirando una necesidad de la sociedad, es decir, atender y resguardar los derechos y las vidas de estos niños, que en su situación de vulnerabilidad, estaban en la calle a merced de personas que pudieran explotarlos de diversas maneras, o aprovecharse de ellos y de su inocencia, haciéndoles daño. En este sentido el Padre Pablo comenta sobre el aporte que él considera que han dado a la comunidad con la apertura y el mantenimiento de los Hogares a lo largo del tiempo, “nosotros a través de la Iglesia o de la Parroquia, hemos tenido una mirada de misericordia, de compasión y de solidaridad, de ayuda con estos niños, que se los sacó de la calle para que puedan crecer en paz, para que puedan desarrollar sus potencialidades”.
Además, añadió, “hay decenas de estos niños que pasaron por los hogares, que ahora tienen familia, tienen hijos y familias bien constituidas, hasta que están viviendo en el exterior con buenos trabajos, gracias a los hogares San Javier y Santa Teresita. El aporte nuestro justamente es eso, es a veces lo que otros no pueden hacer, o lo que el estado muchas veces no hace por diversas razones, justamente es actuar allí donde otros no actúan”.
“El aporte nuestro es un aporte de fe, una perspectiva justamente cristiana, desde el evangelio, en el que vemos a ese niño o niña como imagen de Dios y queremos que se desarrolle como persona digna, que pueda crecer, que puedan desarrollar todo lo que Dios le ha dado, que pueda reconocer que es una persona amada por Dios y por muchas otras personas también que se están ocupando de ellos a lo largo de su infancia”, concluyó Ferreiro, poniendo como centro de la formación de estos chicos al único que ha hecho posible sus vidas y su crecimiento, Dios.
Para concluir su reflexión y anhelando un futuro mejor para cada niño desamparado en la sociedad, dijo, “ojalá nosotros el día de mañana podamos cerrar los hogares porque no hay niños que necesiten ser sacados de sus familias, por así decir extraídos de sus casas, porque se vulneran sus derechos de la infancia. Pero sabemos que estas situaciones han sucedido a lo largo de la historia y lamentablemente seguirán sucediendo y nosotros estaremos ahí para poder recibir a esos niños”.
Ayuda económica y humanitaria para el mantenimiento del Hogar
El Hogar cuenta con un solo empleado por turno, el cual se encarga del cuidado, de la cocina, de llevar a las niñas al médico, entre otras cosas, sin embargo, como un empleado por turno es imposible que se haga cargo de todo, hay una red de voluntarios, médicos, psicólogos, psicopedagogos, maestros, profesores, hasta abogados y escribanos. Es decir, profesionales y civiles que dan de su tiempo para poder sostener todas las actividades del hogar.
Más allá del apoyo económico que el Hogar recibe del Estado, con lo cual se cubre comida y vestimenta de los niños que viven allí, hay otras necesidades institucionales que necesitan ser solventadas, como por ejemplo, mantener la infraestructura del lugar, hacer refacciones, pagar servicios y cubrir los gastos propios del Hogar.
En este marco, existen dos formas de colaborar con el Hogar Santa Teresita. Uno es el económico a través del alias AYUDASANJAVIER o el CBU 2850802140095444298508 del Banco Macro, Cuenta Corriente N°: 480209544429850, CUIT: 30-52486076-3.
Y, la otra forma es sumándose al voluntariado, “algún médico, médica, profesor, dentista, psicólogo, que quiera dar una mano también desde su profesión y desde sus conocimientos, es bienvenido”, expresa Ferreiro invitando a la comunidad a ser parte de este proyecto.
Por cualquier información sobre el Hogar, por colaboraciones o ante causas de niños que necesiten contención, se pueden comunicar con el Párroco de San Javier, Padre Pablo Ferreiro al número 3625247333.