El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación de noviembre alcanzó el 2,4%, marcando el índice mensual más bajo desde julio de 2020. Este dato confirma la tendencia de desaceleración en los precios al consumidor, en línea con las proyecciones del Gobierno y de analistas privados.
En términos interanuales, la inflación acumulada llegó al 166%, mostrando una ligera mejora respecto al 193% registrado en octubre. El índice de noviembre se ubicó por debajo del promedio estimado por el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, que proyectaba un 2,8%.
El sector de alimentos y bebidas, que suele ser uno de los principales motores de la inflación, mostró un aumento del 0,9%, significativamente inferior al promedio general. Este dato fue destacado como un indicador positivo para el consumo doméstico, aunque los analistas advierten que factores estacionales podrían provocar un leve repunte hacia fin de año.
La inflación de octubre había sido del 2,7%, y con el dato de noviembre, se consolida una mejora sostenida en los últimos meses, generando expectativas de estabilidad para el inicio de 2025. Sin embargo, los especialistas señalan que la recuperación económica seguirá dependiendo de las políticas monetarias y fiscales en un contexto todavía complejo.
Este descenso en la inflación refuerza las esperanzas de una mayor previsibilidad económica, aunque los desafíos estructurales siguen siendo una prioridad para el Gobierno y el mercado.