La reina Máxima Zorreguieta eligió pasar Navidad y Año Nuevo en la Patagonia argentina. Tras su llegada al país y una breve estadía en Buenos Aires, viajó junto a su esposo, el rey Guillermo, y sus hijas Amalia, Alexia y Ariane, a Bariloche. Se alojaron en la Estancia Pilpilcura, propiedad de la reina y sus hermanos, Juan e Inés.
Ubicada a orillas del río Pichileufú, en la precordillera rionegrina, la estancia ofrece un entorno natural de 3.000 hectáreas con cerros, ríos y vistas a la Cordillera. La edificación, de 1.000 metros cuadrados, cuenta con solo cinco habitaciones, destacándose por un diseño minimalista y detalles artesanales.
Las habitaciones combinan texturas y colores neutros, con camas de dos plazas cubiertas con tejidos artesanales. El salón principal incluye una chimenea y sillones mullidos que aportan calidez. En el exterior, un prolijo jardín rodea la casa, con mesas preparadas para cenas al aire libre, decoradas con cristalería fina y manteles impecables.
El restaurante gourmet ofrece platos elaborados con productos patagónicos. Desde 2009, la administración está a cargo de Marcela Cerruti, tía de la reina, quien supervisa el alquiler del campo y las viviendas.
La estancia es reconocida por su atmósfera de tranquilidad, actividades al aire libre y una atención personalizada. Según trascendió, la familia real permanecerá allí hasta mediados de enero, y podría recibir la visita de Carmen Cerruti, madre de Máxima, para celebrar el Año Nuevo juntos.