El protector solar es un aliado fundamental para la salud de nuestra piel, sobre todo en la temporada de verano.
La radiación ultravioleta (UV), compuesta principalmente por rayos UVA y UVB, es responsable de múltiples daños cutáneos. Mientras los rayos UVB ocasionan quemaduras solares, los UVA penetran profundamente, degradando colágeno y elastina, lo que acelera el envejecimiento y eleva el riesgo de cáncer cutáneo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la aplicación regular de protector solar puede prevenir hasta el 90% de los casos de cáncer de piel no melanoma. Además, este hábito protege contra manchas, arrugas y otros signos de daño solar.
Cómo elegir y aplicar correctamente el protector solar
Elección adecuada:
- FPS: Optar por un Factor de Protección Solar de al menos 30 para uso diario y 50 para exposiciones prolongadas.
- Amplio espectro:Es importante asegurarse de que proteja contra rayos UVA y UVB.
- Resistencia al agua: Ideal para actividades al aire libre o que impliquen sudor o agua.
- Fórmula específica: Elige según tu tipo de piel (seca, grasa, sensible, etc.).
Aplicación correcta:
- Usa una cucharadita para el rostro y un vaso pequeño para el cuerpo como medidas de aplicación.
- Aplica 15-30 minutos antes de exponerte al sol.
- Reaplica cada dos horas o después de nadar o sudar.
- No olvides zonas como orejas, cuello, labios y manos.