La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, justificó la instalación de un alambrado de 200 metros en Aguas Blancas, Salta, para frenar el ingreso de cocaína al país y combatir el crimen organizado en la zona.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió la instalación de un alambrado de 200 metros en la frontera de Aguas Blancas, en Salta, resaltando que es el punto más crítico de entrada de cocaína en Argentina. En declaraciones a LN+, Bullrich afirmó que la medida responde a la necesidad de controlar una zona donde, según indicó, había “absoluto descontrol” y la presencia de bandas del crimen organizado.
“Este es un paso fronterizo donde se ha asentado el crimen organizado, con muertes de sicarios y un fuerte ingreso de droga”, señaló la ministra, quien aseguró que el alambrado busca impedir el cruce ilegal de personas y sustancias.
Bullrich destacó que, anteriormente, el control en la zona era deficiente, lo que favorecía la operación de bandas delictivas. “El problema era el ladrón cuidando las gallinas”, comparó, refiriéndose al desorden en la gestión de la seguridad fronteriza. Además, explicó que la instalación del alambrado tiene como objetivo proteger a la población de Aguas Blancas y de las consecuencias del narcotráfico, resaltando la necesidad de un control más firme en la zona.
El alambrado se coloca en un área clave para la lucha contra el narcotráfico, donde las autoridades locales consideran que se están dando los mayores ingresos ilegales de cocaína en el país. La medida ha generado debates en torno a su efectividad y a la política de seguridad en la frontera.
