Un joven pastor evangélico protagonizó un acto controvertido al destruir con un martillo una imagen del Gauchito Gil en un descampado, mientras vestía una remera con la frase «La gloria es para Dios». En el video, que rápidamente se viralizó, también se observa cómo arroja al suelo elementos relacionados con la veneración al santo popular.
El hecho ha generado indignación en la comunidad, considerándose un acto de intolerancia religiosa y una falta de respeto cultural hacia una figura profundamente venerada en el norte argentino. Las autoridades investigan si el pastor profanó un santuario cercano para sustraer los objetos utilizados en el video.
Este incidente reaviva el debate sobre la convivencia entre prácticas religiosas y tradiciones populares en la región, dividiendo opiniones, pero con un rechazo generalizado hacia el acto de destrucción.