Al comenzar 2025, los economistas advierten que la recuperación económica de Argentina sigue siendo frágil y muestra disparidades significativas entre sectores. A pesar de algunos avances registrados a fines de 2024, persisten dudas sobre la sostenibilidad del crecimiento, especialmente en sectores clave como la industria, la construcción y el comercio.
Según los últimos datos del INDEC, noviembre de 2024 marcó el primer aumento interanual en seis meses, con un leve crecimiento del 0,1% impulsado por el sector financiero y la minería, que mostraron avances del 10% y 4%, respectivamente. Sin embargo, sectores como la construcción y la industria continuaron mostrando caídas importantes, con retrocesos del 14,2% y 2,3%, respectivamente.
Los expertos señalan que solo un tercio de los sectores económicos registraron un crecimiento interanual, lo que resalta la disparidad en la recuperación. La industria, en particular, sigue lidiando con problemas estructurales como la baja utilización de capacidad instalada y la inestabilidad que afectó al sector durante 2023.
Uno de los factores que está limitando la velocidad de la reactivación es la evolución de los salarios. A pesar de algunas mejoras, los ingresos de los trabajadores siguen mostrando un débil impacto en el consumo, lo que frena el crecimiento sostenido. Los salarios del sector privado formal han logrado apenas superar los niveles de la gestión anterior, mientras que los salarios del sector público se mantienen un 14,5% por debajo.
Además, la creciente inflación ha generado distorsiones en el poder adquisitivo. Organizaciones como el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) aseguran que la actual medición de inflación no refleja adecuadamente la canasta de consumo de los argentinos, lo que contribuye a una visión distorsionada de la recuperación salarial.
Proyecciones para 2025
A pesar de los desafíos, los especialistas prevén una leve mejora en 2025, aunque con crecimiento frágil y desigual. Según la consultora LCG, se espera que la actividad económica avance alrededor de un 4% a 5%, impulsada por sectores como la energía, la minería y algunas ramas industriales como la metalmecánica y automotriz.
Sin embargo, las expectativas de crecimiento no abarcan de manera homogénea a todos los sectores. Los economistas advierten que el empleo en sectores como la industria sigue en peligro debido a la falta de una reconfiguración productiva que permita absorber a los trabajadores desplazados.
El inicio de 2025 muestra una recuperación económica que, aunque en marcha, sigue siendo incierta y marcada por profundas diferencias entre sectores. Mientras la minería y la energía ofrecen buenas perspectivas, sectores clave como la industria y la construcción luchan por superar las secuelas de la recesión. Las políticas de salarios y el acceso al crédito también serán cruciales para determinar si esta reactivación logra consolidarse en el corto plazo.
