La coordinadora de la Red Infancia Robada, Eugenia Pelloni, hizo un fuerte llamado de atención sobre las múltiples formas de violencia y explotación infantil, haciendo hincapié en la trata de personas y el tráfico de órganos, que siguen siendo una realidad oculta en diversas partes del mundo. Su intervención, en el marco de una sesión sobre los derechos de los niños, subrayó la gravedad de las situaciones que enfrentan los menores, que a menudo son ignoradas o silenciadas por el poder económico y político.
Un llamado urgente a la acción contra la explotación infantil
Pelloni denunció las profundas brechas existentes entre las normas internacionales de protección infantil y su implementación en la realidad de Argentina. Durante su discurso, la religiosa destacó el silencio que rodea a los casos de tráfico de órganos y la explotación infantil, mencionando la intervención de diferentes actores en este negocio ilícito, como clínicas, psiquiátricos, médicos, y policías. «Es tan grande el dinero que se mueve, que obliga a un silencio mayor», expresó con firmeza.
También abordó el problema de niños que trabajan en condiciones de extrema vulnerabilidad, como los que son explotados en el campo o en el narcotráfico, y subrayó la urgencia de cumplir con los artículos internacionales que protegen a los menores de violencia, explotación sexual, y trata de personas. Pelloni, de 83 años, enfatizó que la pobreza estructural es la raíz de muchas de estas situaciones y que la corrupción dentro de las instituciones encargadas de proteger a los niños solo agrava la situación.
Por último, la religiosa hizo un llamado a reconstruir valores en la sociedad y en el sistema educativo, citando como ejemplo las niñas madres de 12 o 13 años, la explotación de niños en trabajo forzado y la creciente presencia de pornografía entre los menores, quienes se ven expuestos desde temprana edad a contenidos inapropiados. Con un emotivo cierre, Pelloni reafirmó el compromiso con la convocatoria del papa Francisco para avanzar en la lucha por la paz y la defensa de la dignidad humana. Su intervención, cargada de emoción y crítica, generó una ovación entre los presentes.