l fallo unánime del Tribunal reafirma la pena impuesta en primera instancia, destacando la validez del testimonio de la víctima y los informes psicológicos como elementos clave para la condena.
El Superior Tribunal de Justicia de Corrientes desestimó el recurso de casación interpuesto por la defensa de un hombre condenado a diez años de prisión por abusar sexualmente de su hermana menor. La condena, que había sido dictada en la Sentencia N° 54/20, fue confirmada tras un exhaustivo análisis del caso, el cual consideró fundamental el testimonio de la víctima y otras pruebas indirectas para la resolución del juicio.
En este caso, la víctima, que en el momento de los hechos tenía 13 años, relató con detalle los episodios de abuso en diversas declaraciones. Aunque no hubo testigos directos del abuso, la coherencia y consistencia de su relato, respaldado por informes psicológicos forenses, fueron determinantes para el fallo del tribunal.
El acusado apeló la sentencia argumentando que el testimonio de la víctima no era suficiente y que no existían pruebas directas que lo vincularan con los hechos. Sin embargo, el Tribunal de Casación ratificó la decisión tomada en primera instancia, resaltando que, en casos como este, no es necesario contar con una gran cantidad de testigos cuando las pruebas disponibles, como el testimonio de la víctima y los informes psicológicos, son claras y coherentes.
La resolución subraya la importancia de considerar todas las pruebas disponibles en un juicio, especialmente cuando la víctima es menor de edad. Además, el fallo resalta el valor de los testimonios indirectos, como los informes de psicólogos y los testimonios de testigos de oídas, que corroboraron la veracidad del relato de la menor.
Este fallo es un paso significativo en la lucha contra el abuso infantil, al poner de manifiesto que la justicia puede prevalecer incluso en ausencia de testigos directos, confiando en la credibilidad y consistencia de las pruebas disponibles.