El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia celebra la fuerza de las investigadoras en Argentina, resaltando sus aportes y denunciando las desigualdades que persisten en el sistema científico.
Cada 11 de febrero se conmemora esta efeméride que visibiliza el papel transformador de las mujeres en la ciencia. En Argentina, seis de cada diez investigadores son mujeres, destacándose en campos como las ciencias sociales, humanas y de la salud. Sin embargo, a pesar de esta notable presencia, la lucha feminista en el ámbito científico continúa: en áreas como la ingeniería y la tecnología, la brecha de género sigue siendo notable, y el persistente «techo de cristal» impide que muchas científicas accedan a puestos de liderazgo y gocen de salarios justos.
Marimar Solis Carnicer, investigadora de CONICET Nordeste, subrayó la importancia de integrar una perspectiva de género en todas las políticas científicas. Frente a recortes históricos en ciencia y tecnología, impulsados por un contexto gubernamental que devalúa los aportes de las ciencias sociales, se hace urgente repensar la inversión en este sector. Para Solis Carnicer, la ciencia es un espacio de resistencia y empoderamiento femenino, en el que los aportes de las mujeres deben ser reconocidos y valorados a largo plazo, garantizando así un futuro en el que la equidad sea la norma.