El Vaticano informó que el papa Francisco pasó una noche tranquila tras ser diagnosticado con neumonía bilateral. Aunque su estado sigue siendo «complejo» debido a una infección polimicrobiana, el pontífice se despertó y desayunó con normalidad.
Francisco, de 87 años, fue internado hace cinco días en el hospital Gemelli de Roma y recibe terapia antibiótica con corticoides. Su historial médico incluye problemas pulmonares previos, lo que agrava la situación. Por ello, el Vaticano suspendió su agenda del fin de semana.
A pesar de su estado, el Papa ha mantenido momentos de oración y lectura, y ha agradecido los mensajes de apoyo recibidos desde todo el mundo.