El Ejecutivo suspendió el proceso tras recibir solo una oferta y denunció posibles irregularidades en perjuicio del Estado y los productores.
El Gobierno anunció la apertura de una investigación sobre presuntas presiones en la licitación de la Hidrovía Paraguay-Paraná, luego de que la empresa belga DEME fuera la única en presentar una oferta, para posteriormente retirarse.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, denunció “presiones” de sectores políticos, empresariales y mediáticos para modificar los requisitos técnicos del pliego y acusaciones de direccionamiento a favor de Jan de Nul, actual concesionaria, que finalmente no compitió.
Desde la administración sostienen que la justicia validó en tres instancias la legalidad del proceso licitatorio. Sin embargo, tras la retirada de DEME, el Gobierno ordenó una investigación para determinar si hubo un intento de fraude o una posible asociación ilícita.
En este contexto, el Estado continúa con la operación de la Hidrovía a través de Jan de Nul y Emepa, mientras busca un nuevo esquema de concesión.