La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, defendió este miércoles el operativo represivo llevado adelante por las fuerzas policiales en las inmediaciones del Congreso nacional, en el marco de una nueva marcha de jubilados de la que también participaron hinchas de fútbol.
«Las fuerzas de seguridad estuvieron a la altura de las circunstancias», dijo, y anunció que harán una denuncia conjunta junto al Gobierno de la Ciudad contra los manifestantes por daños.
«Lo de hoy es de una gravedad inigualable. Muchas de las personas que vinieron a esta marcha, barras bravas, miembros de agrupaciones políticas de izquierda y kirchneristas, distintas personas que se nuclean políticamente para voltear al Gobierno, vinieron en esta ocasión preparados para matar», expresó la funcionaria.
La represión con camiones hidrantes, balas de goma y gases dejó un total de al menos 21 heridos, uno de ellos, un fotógrafo, que se encuentra internado en estado de gravedad.
Aseguró que secuestraron «armas de fuego, armas blancas, todo tipo de «miguelitos» para pinchar las gomas de los patrulleros y de las motos».
«Evidentemente es una mezcla de narcopolítica, eso son las barras bravas. Algunos están bancados por intendentes, otros por concejales, otros por dirigentes», apuntó contra los manifestantes.
La funcionaria destacó el despliegue policial, aseguró que «no se distrajeron un minuto del operativo» y agregó que trabajaron con las «cuatro fuerzas federales y con el servicio penitenciario para ayudarnos con las detenciones».
«Teníamos una cantidad de efectivos muy importante, pero trajeron un nivel de barras bravas, de lúmpenes, de gente dispuesta a cualquier cosa. Seguramente muchos de ellos tengan antecedentes penales», lanzó.
En ese sentido, adelantó que aplicarán derecho de admisión en todas las canchas del país y les pidió a los clubes que echen a todos los socios que hayan participado de esta marcha y estén identificados. «Si hay a algún dirigente tienen que echar a ese club de la Asociación de Fútbol Argentino», retrucó.